La cruz de la temporada del Córdoba CF

El desarrollo de la temporada ha dejado también lagunas en lo que respecta al Córdoba . Nombres de los que se esperaba un rendimiento óptimo y, de momento, no han convencido hasta el punto de que superados los dos tercios de campeonato obtendrían una nota de «necesita mejorar» como las que se empleaban en la extinguida Educación General Básica (EGB).

Uno de los apartados en los que más reproches se le han hecho al Córdoba está en la demarcación de los laterales . Tanto en el derecho como como en el izquierdo tuvo sus lagunas y lo ha acusado durante los partidos. De salida, en el lateral derecho se hizo una apuesta por la experiencia. Fernández y Raúl Cámara eran dos nombres de garantía para consolidar la defensa con celeridad. Sin embargo, ninguno de los dos estuvo al nivel de temporadas anteriores en las que destacaron en categoría superior. La prueba más concluyente es que la salida en el mercado de invierno de Fernández, tentado por la Liga de Chipre, se saldó con la llegada de Iván Robles, quien desde el primer momento le ganó el pulso a Cámara. Paradójicamente, el madrileño fue el titular en el último partido ante el Cartagena, pero, como en actuaciones anteriores, no terminó de convencer. Se podría decir que el rol de Cámara es parecido al de Chus Herrero, a quien aún no se le ha sacado rédito de su veteranía , muy necesaria en la categoría.

Algo que también sucede en el lateral izquierdo con Jesús Álvaro . El lateral canario llegaba precedido y avalado como uno de los mejores de su demarcación en Segunda B en cursos anteriores . Prueba de ello es que se convirtió en poco menos que indiscutible en un Cartagena que siempre se quedaba a las puertas del ascenso.

Por el contrario, su primera fase en Córdoba no ha sido tan brillante y El Arcángel la ha tomado con él con pitos en más de una ocasión. Sin embargo, eso no ha sido condicionante para que tanto Martín como Agné lo tuvieran en un lugar preferencial, más allá de que fuera (y es) el único jugador específico en su puesto . De hecho, Víctor Ruiz, Cámara o José Antonio González ocuparon su puesto, pero al final siempre es el elegido. Tal vez, le hace falta algo de confianza para recordar al jugador que tanta expectación levantó su fichaje.

En el centro también hay jugadores de los que se esperaba mucho más. Uno de ellos es José Antonio González. Por su versatilidad , el pontanés, que llegaba cedido por el Granada, se convertía en una gran opción para el Córdoba. Además, tenía el aval de conocer la casa y de haber jugado en muy diversas demarcaciones en la categoría. Pero González no terminó de tener continuidad, lo que le costó ir perdiendo protagonismo con Agné paulatinamente .

Y el otro es el caso de Luis Garrido. El hondureño, internacional y que este fin de semana tenía que disputar un partido con su selección ante la República Checa en Miami, sólo ha contado con 45 minutos de juego ante el filial del Granada y se podría decir que por necesidad. El mediocentro fue fichado el último día del mercado estival, pero por rebasar el cupo de fichas de mayores se 23 años no pudo ser inscrito, teniendo que esperar al mes de enero y los movimientos de fichajes. Pero su actuación no convenció a Agné hasta el punto de que no volvió a ser alineado. Con la llegada de Sabas parte de cero.

Aunque la demarcación que más decepciones ha dejado a lo largo de la temporada es la delantera . Alfonso Serrano se vio muy limitado en verano con los problemas generados por la gestión de Jesús León a la hora de acometer contrataciones, por lo que a Juanto Ortuño, firmado en junio, se le sumaron los jóvenes Novaes y Owusu . Sólo el ghanés superó las expectativas, aunque en invierno hizo la espantada de marcharse al Qarabag de la Liga de Azerbaiyán. Los otros no cumplieron, si bien Ortuño ahora sí está haciendo goles en el Castellón.

El mercado dio pie a las llegadas de Piovaccari y Willy, quienes aún no han podido ver puerta . De sus goles, que aún no han llegado, dependen buena parte de las aspiraciones del Córdoba.