ASIGNATURA PENDIENTE
El Córdoba sigue suspenso a balón parado
Las acciones de estrategia defensivas han costado puntos al conjunto blanquiverde en doce encuentros
Es difícil contabilizar el número de puntos que un equipo se ha podido dejar por el camino en una temporada. Pero sí se pueden detectar por dónde le vienen los problemas y uno de los más graves para el Córdoba le viene en las acciones a balón parado , algo que quedó patente el pasado domingo ante el Mirandés. Y es que el gol de Urko Vera en el minuto 94 le ha aumentado la presión en lo que respecta la lucha por mantener la categoría.
No se trata de un caso aislado. De hecho, en la primera jornada de Liga ya le pudo costar caro tras un remate de cabeza de Jorge para el Tenerife que salvó Kieszek con un paradón. Fue como una especie de tirita para una herida que se ha ido incrementando. Y es uno de los justificantes para realizar sesiones a puerta cerrada (incluso en la pretemporada desarrollada en Holanda) con el fin de no dar pistas a posibles «espías» en las sesiones de entrenamiento.
Este problema nació para el Córdoba en la segunda jornada . El conjunto blanquiverde se medía ante el UCAM , que sólo le intimidó en acciones a balón parado catapultadas por el lateral Góngora . Pero en una de ellas sorprendió a Kieszek tras un saque de esquina, logrando lo que se conoce como un «gol olímpico». Una semana más tarde , la defensa del Córdoba volvió a demostrar su debilidad a balón parado. El Lugo, a la salida de un córner, consiguió el 2-3 gracias a un cabezazo de Miquel y el Córdoba tuvo que apurar hasta el descuento para salvar un punto en la contienda.
Así, por ejemplo, lo entendió el Zaragoza en La Romareda. Entonces, Kieszek firmó uno de sus mejores partidos, pero en otro córner Cabrera se adelantó a la defensa blanquiverde. Y ese mismo problema se reprodujo en el partido ante el Elche, cuando Pelegrín poco antes del descanso logró el 1-0. Por suerte, el Córdoba reaccionó y salvó un punto en la segunda parte gracias a un formidable remate de Piovaccari.
Pero lejos de espantar los fantasmas, el Córdoba continuó con los problemas a balón parado. El siguiente episodio se produjo en el compromiso ante el Almería . Es cierto, que fue el tercer tanto el que le hizo daño en esta suerte de la estrategia, pero lo cierto es que el Córdoba quedó muy limitado en cuanto a su reacción.
Siguió enredado en esos problemas el Córdoba en los compromisos ante el Mallorca y el Getafe . Ante los baleares, Brandon sentenció la contienda a la salida de un saque de esquina cuando el partido iba 0-2. El ariete culminó solo un balón desviado desde el segundo poste. Por su parte, el central Facundo Gorosito del Getafe hizo un gol a la salida de un saque de esquina que llevó al Córdoba a remolque hasta el punto de que acabó 1-3.
Ese partido acabó con la era Oltra en el Córdoba y dio paso a la de Carrión. En un principio, una de las primeras medidas fue la de cambiar la marca por zonas que acostumbraba el valenciano . Y lo cierto es que el Córdoba pareció olvidar uno de sus grandes problemas. Sin embargo, en Tenerife volvió a reproducirlos en la jugada que dio pie al tanto de Choco Lozano y que supuso una nueva derrota a domicilio. En este caso, un mal despeje de Bijimine. Siete días más tarde, el Córdoba falló en una nueva marca para perder dos puntos ante el UCAM. Concretamente, tras un saque de banda pésimamente defendido y que Jona cristalizó en el empate.
A balón parado, por ejemplo, también recibió el primer gol del Levant e . Fue en una falta desde la frontal del área, pero lo cierto es que el error previo de Razak condicionó mucho el partido de los blanquiverdes. Dos semanas después, el meta ghanés también falló en una mala salida en la jugada que da origen al gol del empate del Nástic en Tarragona . Ese partido se lo adjudicaron los grana en el minuto 94.
Ese resultado supuso la vuelta de Kieszek a la titularidad y el polaco no acusó más goles en acciones a balón parado hasta el domingo. Entonces, Urko Vera le ganó la partida a la defensa del Córdoba para hacer el empate del compromiso ante el Mirandés. Con todo, una semana antes el Mallorca también rozó la victoria al final apretando entre faltas y córners, una evidencia de que el problema sigue.