La era Carlos González en el Córdoba CF, en su momento más crítico

El Córdoba CF vive el peor momento desde que Carlos González se convirtió en accionista mayoritario del club el 3 de junio de 2011. No ha tocado fondo, pero ha llegado a su nivel más bajo desde que la familia González, ahora con su hijo Alejandro al frente de la presidencia, tomó las riendas. En cinco años y medio, el club no ha progresado. Al contrario, está deportivamente peor que cuando llegó.

Además, el Córdoba CF soporta una crisis social desconocida en sus 62 años de vida. El domingo se vivió otra protesta de los seguidores contra la gestión del dueño. El problema es que el pasado de estos cinco años largos no ha mejorado el presente y tampoco tiene rumbo conocido en el futuro.

Mientras el equipo se ahoga, otros clubes , en el mismo tiempo, han progresado tanto que dan envidia al cordobesismo. Son los casos del Alavés, de Segunda B a finalista de la Copa; el Eibar, de Segunda a Primera camino del cuarto año; el Leganés, de la división de bronce a los mejores; o Las Palmas, rumbo al tercer curso en la elite. También están los casos inversos. Nadie en Córdoba CF quiere acabar como el Xerez o el Recre , pero en El Arcángel cada vez huele más a muerto. La era González está en un momento crítico y a la deriva.

El proyecto de Carlos González está bajo mínimos. El equipo ha entrado por primera vez en puestos de descenso a Segunda B desde que el canario se hizo cargo del club. La dinámica derrotista es dramática. El conjunto de Luis Carrión no ha ganado en todo 2017. Lleva ocho partidos oficiales sin saborear el triunfo. También va camino de cinco meses sin ganar en El Arcángel. Es el peor local de la categoría, con apenas 13 puntos en 12 partidos y 36 posibles. El tercer equipo menos goleador. El cuarto más goleado.