AMBIENTE
Cánticos, pancartas e indiferencia, látigos de castigo a una temporada horrible del Córdoba CF
La afición del conjunto blanquiverde asume el posible descenso a Segunda B entre críticas a Jesús León
La afición del Córdoba CF dijo basta. A su forma. A ratos lo hizo con una visual y sonora crítica a los jugadores y sobre todo al presidente y máximo accionista del club, Jesús León, en el estadio. Ante la evidencia final de la incapacidad de los dirigentes y del equipo para reconducir la temporada, con un desprecio escenificado en el abandono de las gradas y con un silencio de hartazgo. Además, la bajada de afluencia en el estadio El Arcángel ha sido una tendencia clarísima esta temporada respecto a la pasada que ha vuelto a quedar patente cuando ha desparecido el «dopaje» de las entradas promocionadas y en muchos casos gratuitas. El cordobesismo asume el posible del descenso del Córdoba a Segunda B con una claridad palpable.
El descenso de espectadores en las gradas ha sido patente cuando se ha quitado el incentivo de los precios populares o de las invitaciones a dedo. De hecho, el Córdoba, ante el Sporting de Gijón, apenas tuvo 10.196 seguidores en las gradas, a pesar de que la sensación era de que en muchos graderíos había más asientos vacíos que ocupados.
Eso significa que acudieron la friolera de 3.700 espectadores menos que ante el Málaga (tampoco hubo promoción, pero se entregaron invitaciones y el derbi regional atrajo a la afición visitante). También aparecieron casi cuatro mil espectadores menos que en el encuentro frente al Granada, otro duelo de rivalidad regional. Incluso, fueron casi dos mil menos que ante el Albacete por citar la comparativa con los tres últimos encuentros.
Ahora mismo, el Córdoba tiene una asistencia al estadio municipal El Arcángel en los partidos de Liga que ha disputado de 175.386 seguidores. Ha jugado como local ya 15 partidos. En este tiempo, la media de espectadores ha sido de solo 11.692 aficionados por encuentro , según los datos oficiales aportados por LaLiga en cada uno de los 15 encuentros disputados por el equipo cordobesista ante su público este ejercicio en Segunda.
La cifra está muy lejos de la media de asistencia al estadio durante la pasada campaña. El equipo, que también luchó por la salvación, atrajo a una media de casi 13.000 espectadores. Eso significa que la media de espectadores al campo ha caído por encima de los 1.300 aficionados por encuentro respecto al curso pasado .
Además, el Córdoba detalló al inicio de la temporada que cuenta este curso con 14.808 abonados. Eso significa que más de tres mil abonados de media ya no acuden siquiera a ver al equipo de sus amores en El Arcángel ante la preocupante y desquiciante situación que atraviesa. El equipo es colista con 22 puntos y está a 10 de la zona de permanencia.
Las protestas
La afición del Córdoba CF estalló de forma clara y nítida en el partido del domingo ante el Sporting de Gijón. Los cánticos, iniciados desde el Fondo Norte por el grupo de animación de Incondicional, tuvo eco notable en todo el graderío durante los primeros 25 minutos de partido. Los cánticos de «Directiva, dimisión; directiva, dimisión» fueron una constante durante el encuentro y arreciaron con fuerza al inicio. La afición ya tiene claro que el responsable principal de la situación está al frente del Córdoba.
Incondicionales, de hecho, sacó una pancarta sobre el cuarto de hora de juego ante el Sporting de Gijón en la que decía: «Tu gestión, nuestra vergüenza. ¡Gracias, León!» . Sin tapujos, clara y contundente. La afición aplaudió ese lema.
Tampoco los jugadores se quedaron libres de la reprimenda del cordobesismo presente en el estadio. Los motivos estaban claros. Una temporada decepcionante en la que no han rendido a la altura. En segundo lugar, por la lamentable imagen que dio la plantilla en el último partido ante el Extremadura. Desgraciadamente, la situación se repitió el domingo frente al bloque asturiano. En cualquier caso, Incondicionales portó una pancarta que afirmó:«Jugadores, el escudo no se arrastra».
Huída
Los acontecimientos no favorecieron a Jesús León , que tampoco estuvo a la altura de las circunstancias de su cargo y responsabilidad. Si los jugadores perdieron en el campo, el presidente y máximo accionista perdió las formas al marcharse del palco presidencial y de autoridades cuando el Sporting de Gijón se puso por delante en el marcador (1-2) a falta de diez minutos para la conclusión del duelo.
León se comportó como uno más de los aficionados que abandonaron su localidad antes de la conclusión del encuentro ante el esperpento de otra remontada al conjunto blanquiverde. La afición, resignada y en silencio, se marchó del estadio. Castigó a los jugadores y al presidente con el famoso «látigo de la indiferencia».
Incluso, el Sindicato de Accionistas Minoritarios calificó de «nefasta» la gestión económica y deportiva de Jesús León durante este año de mandato. Lo hizo la semana pasada en este periódico, a través de su portavoz Manuel Pastor, después de analizar la documentación del club en una reunión con el presidente.
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