AGRICULTURA
La carestía del aceite de oliva en Córdoba y la subida de precios empiezan a frenar su demanda
economía
Agricultura cree que la campaña registrará un descenso del 47% respecto a la anterior, la más baja desde 2014
La subida interanual de los precios de la alimentación en Córdoba va ya por el 15,6%

La fuerte subida del precio en origen del aceite de oliva a lo largo de este año, una tendencia alcista que ya comenzó en 2021, ha tenido su traslación a los lineales de los supermercados, pero no en la misma proporción que lo ocurrido con otros alimentos.
El temor de que este encarecimiento redujera la demanda de oro líquido se refleja ya en algunos informes oficiales, aunque la industria olivarera y la gran distribución niega que hasta ahora se esté produciendo un impacto negativo de este fenómeno, aunque no descartan que, si esta situación se prolonga en el tiempo, pueda terminar con reducir el consumo de aceite de oliva.
En lo que se refiere a las cotizaciones del zumo de aceituna para los productores hay que resaltar que el crecimiento ha sido vertiginoso en el último año. Según los datos oficiales de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, la semana pasada el kilo de aceite de oliva virgen extra se situaba en los 4,74 euros, la cifra más elevada desde que la Administración autonómica tiene datos al respecto hace 15 años. Con respecto a las mismas fechas de 2021, cuando los valores medios eran de 3,05 euros, la subida alcanza el 53,7 por ciento.
Los expertos consultados por ABC indican que no parece que este escenario vaya a cambiar a corto plazo en este sentido dada la baja cosecha que se espera para la campaña 2022-2023 que dio comienzo el mes pasado. El aforo del departamento de Carmen Crespo (PP) indica que la temporada terminará en Córdoba con una producción de unas 158.000 toneladas, frente a las 299.000 que se molturaron en el anterior periodo, lo que representa una caída de más del 47 por ciento. De cumplirse estas estimaciones, marcadas por la extrema sequía que azota al campo desde hace dos años, sería la cosecha más baja en la provincia desde 2014.
Encarecimiento
Al igual que ha ocurrido con otros muchos productos, el encarecimiento en el origen del aceite de oliva ha tenido su reflejo en los lineales de tiendas, supermercados e hipermercados. El consumidor cordobés ha tenido que rascarse más el bolsillo para adquirir este alimento, aunque seguramente con menos reticencias que en otras partes de España al estar muy presente en la mayoría de las mesas de los hogares de la capital y de la provincia debido a la amplia extensión de plantaciones olivareras existentes a lo largo del todo el territorio.
Los datos del Índice de Precios de Consumo (IPC) publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) revelan un alza interanual del zumo de aceituna del 15,7 por ciento en octubre, mientras que respecto al mes anterior fue de un 2 por ciento y de un 14,5 por ciento en cuanto a los 10 primeros meses del año. Este crecimiento citado se sitúa en línea con el registrado por la cesta de la compra en su conjunto.
La diferencia de valores
COAG publica periódicamente un interesante informe sobre la diferencia de los valores monetarios que perciben los agricultores y de los existentes en los puntos de venta.
El último corresponde a octubre y en él se indica que la distancia en ese momento era de un 29 por ciento, indicando que el precio del productor de virgen extra era de 4,35 euros el kilo, una cantidad que se elevaba hasta los 5,62 euros en los lineales. El aceite no forma parte de los alimentos con más divergencias en este sentido, un grupo reservado a al ajo, con una diferencia del 820 por ciento, la lechuga (613%), la uva de mesa (474%) o la manzana (455%).
Sin embargo, esto no siempre ha sido así. Tanto durante la pandemia en 2020 como en el ejercicio anterior, la distancia entre origen y destino era mucho mayor. Hace dos años se situaba en un 56 por ciento, mientras que un trienio atrás se alcanzaba un 87 por ciento.

Hay que recordar que este periodo estuvo marcado por valores de producción muy bajos en el sector oleícola, incluso llegando a cifras por debajo de los dos euros por kilo en algunos momentos, por lo que las firmas comercializadoras intentaban vender sus mercancías con mayor margen comercial, algo que no ocurre en la actualidad por el temor a que un encarecimiento excesivo del aceite provoque un descenso de los niveles de consumo.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ya ha alertado de una menor demanda de esta grasa. Su último informe de consumo alimentario en el hogar que se dio a conocer esta semana con datos actualizados a agosto indican que la compra de aceite por parte de particulares cayó algo más de un 11 por ciento respecto a las mismas fechas del año pasado. Según el estudio, el oro verde representa casi el 70 por ciento del sector oleícola en España, por lo que «su contracción del volumen, que fue del 8 por ciento, contribuye en gran medida a la caída del sector». En el caso del virgen extra, la bajada de las ventas fue de algo más del 9 por ciento. Esta parte del mercado es ocupada por la grasa de maíz y el orujo, que experimentan crecimientos del 17,8 y el 20,8 por ciento.
La opinión de la industria
La industria opina que las cotizaciones pueden mantenerse al alza a corto plazo. La gerente de la Asociación Cordobesa de Almazaras Industriales (Acora), Macarena Sánchez, indicó que «es difícil de pronosticar cuál será el comportamiento del mercado en el futuro, ya que existen muchas variables que influyen en la tendencia del precio y la principal, desde mi punto de vista, es la producción de aceite de oliva para la campaña actual». Según su análisis, «parece que las previsiones de cosecha se van cumpliendo, por lo que la disponibilidad de aceite de oliva se verá reducida para esta temporada, por lo que es posible que no se puedan satisfacer las necesidades del mercado, lo que hace pensar que el precio seguirá una tendencia alcista». Sin embargo, hizo mención a las elevadas producciones previstas en Grecia y en Turquía, un aspecto que podría frenar los valores de mercado.
En cuanto al informe de Ministerio, Sánchez no cree que pueda servir para establecer lo que pueda pasar en los próximos meses. En este sentido, recordó que el fenómeno de la pandemia elevó los niveles de consumo de aceite de oliva en el hogar y que el conflicto armado en Ucrania incrementó la demanda de productos olivareros, principalmente el orujo, por los problemas en el suministro de girasol. La representante de la Asociación Cordobesa de Almazaras Industriales recalcó que el encarecimiento del aceite también se ha registrado en los puntos de venta fuera de España ante la reducción de la oferta y la carestía de los costes de producción.
La reducción del IVA
Ante los datos de bajada de consumo, ha habido voces del sector que abogan por una reducción del IVA del 10 al 4 por ciento para el zumo de aceituna siguiendo el ejemplo de Italia. «Sería una magnífica medida para ayudas al consumidor a seguir manteniendo una dieta saludable a través del aporte de todos los beneficios del consumo del aceite de oliva, además de que sería un incentivo para el consumo». La OCU va más allá y reclama la supresión de este impuesto para alimentos saludables como el aceite de oliva.
La producción prevista para esta campaña supone un 47% menos que la cosecha correspondiente a la temporada pasada
En el ámbito de la distribución, el director general del Grupo Alsara, Juan García Baena, indicó que en su firma fueron previsores y cuando se inició el encarecimiento del aceite realizaron «fuertes compras» con el fin de «mantener unos precios promedio de venta competitivos en nuestros lineales durante todo el año».
A su juicio, los consumidores han optado también por la prudencia y, cuando salieron las primeras noticias sobre la subida de los costes de este producto, estos «optaron por efectuar compras por encima de la media normal en previsión de valores más caros, como finalmente ha terminado ocurriendo». García reveló que grasas como la de girasol tampoco han sido un refugio para los consumidores por su carestía provocada por la guerra en Europa del Este.