NORMATIVA

¿Cuáles son los pasos del protocolo de actuación en caso de acoso escolar?

El proceso establecido en el centro es a menudo desconocido por las familias, que desconfían de la actuación del colegio ante un caso de agresión en el aula

Alumnos del colegio diocesano San Acisclo y Santa Victoria en un aula ABC

ABC Educa

Cuando se produce un caso de acoso escolar, desde los centros se comunica la aplicación de protocolos establecidos para estas circunstancias. Este procedimiento es generalmente desconocido para alumnos y familias, lo que suscita la desconfianza de que se estén llevando a cabo acciones eficaces para tratar esta situación. Desde la Fundación Diocesana Santos Mártires , y desde su colegio San Acisclo y Santa Victoria subrayan la importancia de generar confianza entre las familias y el centro para que el caso pueda resolverse de la mejor manera posible.

«Trabajamos para la concienciación de que hay una serie de medidas establecidas que se activan de manera automática cuando hay la más mínima sospecha de que se esté produciendo un caso de acoso en el aula», apunta la directora del colegio Maribel Ruiz. De hecho, «se abren numerosos protocolos de investigación por problemas disciplinarios de los que muy pocos acaban finalmente confirmando el acoso», puntualiza.

Si bien, la directora de este centro reconoce que actualmente nos encontramos con una «hipersensibilización» hacia estos temas porque trágicamente estos comportamientos han tomado una tendencia al alza y se producen no solo en el entorno del centro sino en otros espacios de encuentro, por lo que la detección es más complicada. « Lo que antes tratábamos como pequeños conflictos de aula, ahora se empiezan a tratar como acoso hasta que podamos demostrar que no lo es», añade Ruiz.

Lo principal para las familias, en palabras de la directora de este colegio es «tranquilidad» si se ven involucradas en una situación así. «Lo primero que hay que hacer es comunicarlo al centro porque sabemos qué hacer . Es fundamental poner sobre la mesa toda lainformación y confiar en que el equipo va a emplear todos los recursos disponibles». Pero ¿qué es lo que se hace en la práctica?, es la pregunta más repetida.

El protocolo

Los procedimientos establecidos de actuación en caso de acoso escolar varían en función de la comunidad autónoma pero se rigen por unos criterios comunes . Están compuestos por una serie de pautas que «no pretenden ser exhaustivas ni coartar la iniciativa del centro» a ahora de adoptar otras medidas alternativas que puedan resultar más adecuadas según la situación.

Para empezar, este protocolo define como acoso escolar «toda actuación repetitiva, continuada en el tiempo y deliberada, consistente en agresiones físicas o psíquicas a un alumno por parte de otro u otros que se colocan en situación de superioridad».

En caso de detectar un comportamiento que responda a estas circunstancias, es el director el que convoca a los agentes implicados , es decir, los alumnos protagonistas de la acción, tanto agredidos como agresores, tutores, jefe de estudios y orientador para recopilar la información necesaria. Si este comportamiento se produce en el ámbito digital, se trataría de un caso de ciberacoso y entonces entran también la Policía y la Guardia Civil para abrir una investigación específica. Si es la familia la que detecta la posible agresión, debe contactar inmediatamente con el centro y ponerlo en conocimiento del tutor del alumno y del equipo directivo.

Desde este momento hay que tomar medidas para garantizar la seguridad de la persona agredida y comunicar al acosador que lo que hace no está bien. Una vez que se comprueba la existencia de acoso, se comunica a las familias de los implicados a la inspección educativa. Además, según la gravedad, también se elevará la comunicación a los Servicios Sociales del Ayuntamiento si se trata de menores de 14 años o si son mayores, a la Fiscalía de Menores .

Las actuaciones que se llevan acabo y sus repercusiones se irán evaluando en todo momento y elaborando informes que se entregarán a la inspección educativa. La familia tiene derecho a ser informada del caso sin entrar en detalles y puede, en última instancia, denunciar al centro si la situación persiste durante un tiempo largo y a pesar de estar informados de ello no actúan debidamente.

Respecto a las medidas que se toman para dar por cerrado el caso, Ruiz manifiesta que hay que «quitarse de la cabeza que la solución siempre sea el cambio de centro del acosado o el acosador. Ambos sufren en esta situación y hay que profundizar en sus historias para resolver qué es lo más reparador. Habrá casos en los que sí proceda y otros en los que no, por eso hay que confiar en todo momento en los educadores del centro », concluye Ruiz.

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