De Baena a Nepal en busca de vida bajo los escombros

Nada más conocerse la noticia del terremoto de Nepal, la Unidad Canina de Rescate (UCR) del Consorcio de Bomberos de la Diputación Provincial de Córdoba se ponía a disposición de las autoridades competentes, Gobiernos de España y Nepal, así como de las organizaciones asistenciales, para desplazarse a la zona del seísmo. En la madrugada del lunes al martes, Antonio Caballero, bombero del parque de Baena y miembro de la UCR, partía junto con su perro «Kron», hacia Málaga, donde se ha realizado las pertinentes pruebas médicas y de vacunado, para desde allí salir rumbo Barcelona, donde cogerá un avión con destino Dohojo-Katmandú, donde llegará a las once la mañana hora local.

Caballero forma parte de un contingente de doce especialistas españoles de varias comunidades y que está formado por dos guías caninos, un sanitario y nueve rescatistas. Esta será la primera experiencia internacional en una gran catástrofe de este bombero baenense que la afronta «con muchísima ilusión, ganas y ansiedad por llegar allí y poder empezar a trabajar sin parar para que los días que estemos allí poder ayudar en lo máximo posible». Caballero asegura que emprende el viaje «ilusionado y con nervios porque todos sabemos que de lo que vemos en televisión a lo que luego es la realidad hay un cambio importante».

Aunque es su primera experiencia internacional, tanto Antonio como «Kron» cuentan con una amplia experiencia en siniestros nacionales, búsqueda de personas en el medio rural, con los perros de grandes áreas, así como en la búsqueda de personas con vida en derrumbes con los perros en estructuras colapsadas. Este último será el escenario que se encontrará en su llegada la capital nepalí.

Caballero y Kron, un pit bull terrier de seis años, forman un tándem perfecto ya que «llevamos trabajando juntos desde que es cachorro y ha demostrado un nivel para el trabajo brutal». Viajar con él es un motivo de seguridad en el trabajo que va a desempeñar en Katmandú, «poder viajar junto a él a un lugar donde pueda localizar a personas sepultadas con vida me hace tener una fuerza y unas ganas locas por llegar allí», comenta Caballero con ilusión, nervios y orgullo y, también, con ganas de volver cargado de historias emocionantes.