Un buen proyecto que sigue en vía muerta
La sociedad pública de autopistas que pretende el Ministerio de Fomento que dirige Ana Pastor es una idea positiva, similar a la del «banco malo», que aglutinaría las autopistas en quiebra. Nacería con una deuda de 2.300 millones de euros, tras una quita del 50 por ciento. El problema radica en que los bancos españoles están dispuestos asumir la deuda de las entidades extranjeras, pero piden un interés similar a los de los bonos del Tesoro, solicitud que el Gobierno no contempla ante la posibilidad de que Bruselas las considere ayudas del Estado. Las negociaciones, por el momento, están en vía muerta.