Navidades a 4.000 kilómetros de casa

La defensa de la paz en una zona donde impera una más que perceptible calma tensa, como es el sur de Líbano, no entiende de Navidad. Los más de 550 soldados de la base cordobesa de Cerro Muriano desplegados en este país de Oriente Próximo lo sabían muy bien cuando el pasado mes de noviembre hicieron sus petates para participar, durante seis meses, en la Operación Libre Hidalgo XXII, centrada en vigilar el cumplimiento del alto el fuego entre el ejército de Israel y la milicia chií Hizbulá.

A pesar de lo que supone pasar unas fechas tan señaladas a 4.000 kilómetros del hogar, la «intensa preparación» de los efectivos en los meses previos al despliegue «y el compañerismo» han facilitado la inmediata adaptación a la zona de operaciones y ayudado a que sea menos dura la distancia de la familia.

Así lo pone de manifiesto el general de la Brigada de Infantería Mecanizada (Brimz) «Guzmán el Bueno» X, Antonio Ruiz Olmos, al mando del contingente multinacional del Sector Este de la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en el Líbano (Unifil). «Desde el minuto uno, todos asumimos el ejercicio de nuestra responsabilidad con soltura. Poco a poco vamos conociendo e integrando en nuestros equipos al personal de otras nacionalidades que trabaja con nosotros, como parte del esfuerzo colectivo de Naciones Unidas», afirma.

Además, para mitigar la nostalgia de la lejanía, escolares de diferentes colegios de la provincia de Córdoba y Jaén, además de compañeros, asociaciones, amigos y familiares han enviado a los soldados cientos de cartas dentro de la campaña «No estáis solos», que empezó hace unos años y que suele hacerse cada Navidad con todos los contingentes desplegados en operaciones. También, como consecuencia de otra iniciativa, promovida por el Ministerio de Defensa, denominada «Carta a un soldado español».

Cuando la morriña aprieta, el contacto con los que esperan en Córdoba se hace prioritario. Para ello, la base militar Miguel de Cervantes cuenta, desde hace tiempo, con diversas formas de comunicación, que también es posible desde las distintas posiciones. «La más popular es la videoconferencia», señala Ruiz Olmos.

Durante el periodo navideño, los servicios y patrullas se mantienen «sin bajar el nivel de compromiso con la misión y de atención para garantizar la seguridad de nuestras tropas», dice el general. «No obstante, tratamos de poner ambiente navideño en nuestro entorno, como también se hace en esta tierra, donde es frecuente encontrar adornos, luces y más de un Papa Noel». Igualmente, los soldados han podido disfrutar de almuerzos especiales. «Los menús son muy similares a los que podemos encontrar en casa y en la elaboración y presentación se pone todo el cariño», puntualiza el jefe del contingente.