Diputación fija el horario para el uso de La Merced por la Iglesia
Tras la restauración, la Diócesis difundirá el patrimonio del templo, una joya del barroco
La Diputación ha cerrado ya los últimos detalles de la reapertura de la iglesia de Nuestra Señora de la Merced, parte del palacio que es su sede, tras su larga rehabilitación. El templo cerró el lunes con su puesta de largo una etapa de 36 años, que arrancó en 1978 cuando un incendio provocado devastó esta joya del barroco de la ciudad. En un decreto del miércoles, la presidenta de la institución provincial, María Luisa Ceballos, autorizó a la Diócesis de Córdoba el uso del templo una serie de horas a la semana. Hay que recordar que éste ha venido acogiendo oficios religiosos, salvo cuando los trabajos de recuperación lo impidieron.
De hecho, en el decreto la Diputación indica que obra así en atención al «uso tradicional que venía realizando la Iglesia católica del templo junto a la necesidad de divulgación del patrimonio y valores histórico artísticos que concurren en el mismo».
Por un año prorrogable
El acuerdo es de un año de duración, si bien se puede prorrogar. El horario en el que la Diócesis podrá utilizar el templo está en la línea del ya existente para las misas que se han celebrado en él: días laborables, a las 19.00 horas; sábados y vísperas de festivos a las 20.00; y domingos y festivos a las 13.00 y a las 20.00. En estos tramos, podrá utilizar Nuestra Señora de la Merced durante un máximo de dos horas. Además, se establece la posibilidad de modificar el horario «en los periodos significativos propios de la Iglesia Católica», como pudieran ser la Navidad o la Semana Santa.
En el decreto, se fijan una serie de obligaciones para el Obispado, dado el «valor [histórico] del inmueble». Así, la Diócesis deberá, por ejemplo, responder de la integridad de todos los elementos del templo o garantizar su conservación y mantenimiento salvaguardándolo.
Además, el Obispado se compromete a una serie de actuaciones para la divulgación del patrimonio de esta iglesia. Así, de acuerdo al decreto, adoptará las medidas «pertinentes», o que le indique la Diputación, para la «adecuada difusión» de la riqueza artística de este templo del siglo XVIII. Igualmente, la Diócesis deberá durante el tiempo en que lo esté usando informar a cualquier visitante de «los aspectos culturales y religiosos de interés histórico artístico» presentes en él. En general, el Obispado tendrá que promover «la más amplia divulgación» de esta joya del barroco recuperada para Córdoba.
Por último, ambas partes colaborarán en organizar en esta iglesia eventos culturales, como actuaciones musicales o exposiciones. La filosofía del decreto se mueve, pues, en sintonía con lo anunciado durante su reapertura: que la Diputación quiere que el templo tenga un «uso religioso, cultural, educativo, musical y turístico».