El 82% del Presupuesto de 2015 será para mantener la estructura de la Junta
El Parlamento aprueba la ley con la oposición del PP. El total asciende a 29.625 millones de euros de los que sólo 3.200 se destinan a inversiones
Era el principal objetivo político del Gobierno andaluz y sobre todo de la presidenta de la Junta, Susana Díaz: aprobar el Presupuesto 2015, la ley más importante del año y la prueba de la estabilidad del bipartito. Y, sin sobresaltos a pesar de la tensión de los últimos días, la ley que lo desarrolla recibió ayer el aval del Parlamento con los votos favorables de todos los diputados de PSOE e Izquierda Unida y la oposición de los del PP.
Las cuentas públicas de Andalucía para 2015 ascienden a 29.625 millones de euros, 2,1 millones de euros más que en el ejercicio actual. Unas cuentas que se analizan de diferente manera según el grupo político que lo haga. El Gobierno asegura que 8 de cada 10 euros de este Presupuesto está destinado a las políticas sociales, un cálculo en el que incluyen como tales los gastos que generan los principales servicios públicos, incluyendo el SAS y el pago de sus profesionales, el coste de la Educación, así como a los funcionarios que trabajan en los servicios sociales o en otras dependencias de la Junta de Andalucía.
Por eso, el PP asegura que el 82% de este presupuesto para el próximo año se destina a mantener la estructura administrativa de la Junta de Andalucía. Exactamente 24.500 millones de euros están consignados al pago de funcionarios y empleados públicos, así como al mantenimiento de agencias, infraestructuras y servicios, según aseguró ayer el diputado del PP responsable de Economía, Rafael Carmona.
Las inversiones públicas son también bastante exiguas, 3.200 millones de euros en total, de los que inversión directa sólo son 1.123 millones a los que se suman las diferentes transferencias de capital incluidas en el capítulo VII.
A la cabeza de la pobreza
Y todos estos datos teniendo en cuenta que Andalucía es la comunidad autónoma española con mayor índice de personas en situación de pobreza o exclusión social de España. Según recoge el índice Arope (el que se toma como referencia internacional para analizar las personas en situación de pobreza o exclusión social), Andalucía tiene una tasa del 38,6% de personas en este riesgo, una tasa que está más de 25 puntos por encima de Navarra, la comunidad española en mejor situación, que tiene el 13,1% de su población en esta delicada situación.
Los alarmantes datos de pobreza de Andalucía están, también, muy alejados de la media de España que se sitúa en el 27% de la población. Pero no se trata sólo del indicador actual sino de cómo ha evolucionado este índice en los últimos años. Durante los años de la crisis, sobre todo desde 2009, hay comunidades que han reducido su índice de pobreza como Melilla, Ceuta, Extremadura o Asturias, mientras que otras, como Andalucía, lo ha aumentado 5,5 puntos porcentuales.
En este contexto, la presidenta Susana Díaz ha dicho en varias ocasiones que su principal «obsesión» es la creación de empleo, el principal problema de los andaluces. Anoche mismo, en una entrevista de televisión, Susana Díaz aseguró que su objetivo es bajar la barrera psicológica del millón de parados, una cifra que espera lograr antes de que termine el año como consecuencia de la campaña de Navidad y de los cinco programas de empleo que ha puesto en marcha en estos meses y que concluyen la próxima primavera. Precisamente la reducción del número de parados por debajo del millón es una de sus principales promesas para este año 2014.
La Ley de Presupuesto que ha elaborado el Gobierno andaluz recoge un crecimiento del 1,8% de la economía andaluza durante el próximo año, con la previsión de una tasa similar en el aumento del empleo. Para estas políticas recoge 1.605 millones de euros que no sólo irán destinados a planes especiales como los vigentes sino que ha anunciado que una buena parte estará destinado a las pymes para la generación de empleo. Las cuentas contemplan también un ahorro de 85 millones en la amortización de los créditos bancarios.