IU se niega a un pleno extraordinario sobre la corrupción
Aunque lo reclamó su asamblea el domingo, ayer rechazó la petición del PP
Ni la estrategia envolvente del PP ni la presión de la Asamblea de Izquierda Unida del último fin de semana han permitido la celebración de un Pleno extraordinario en el Parlamento para dar explicaciones sobre el descontrol de los fondos públicos y los escándalos que están destapando los sucesivos informes de la Cámara de Cuentas de Andalucía. La Junta de Portavoces, donde tiene mayoría el Gobierno, tumbó ayer la iniciativa del portavoz popular, Carlos Rojas, que pretendía la comparecencia de Susana Díaz en una sesión monográfica del Parlamento.
Tanto el PSOE como Izquierda Unida argumentaron que la presidenta ya ha anunciado que va a comparecer por su propia iniciativa durante el mes de enero, en una sesión en la que cada grupo podrá plantear las iniciativas que considere oportunas. Una comparecencia en la que Susana Díaz dará cuentas de su gestión cumpliendo el compromiso que hizo cuando tomó posesión como presidenta de acudir al Parlamento a dar cuentas cada seis meses.
Pero que, por el momento, ha sido suficiente para contentar a Izquierda Unida a pesar de las palabras de su coordinador regional, Antonio Maíllo, quien se ha mostrado dispuesto a celebrar un investigación general sobre toda la corrupción en Andalucía. Claro que desde el grupo parlamentario las cosas se ven de otra manera.
En primer lugar, pretenden ir con cautela para no irritar más de lo necesario al socio de Gobierno, sobre todo después de que Susana Díaz haya mostrado públicamente su enfado y haya advertido claramente que no va a tolerar amenazas con la ruptura del pacto o un posible referéndum después de las elecciones municipales.
Una actitud dura que ha sido celebrada por varios diputados socialistas que echaban en falta un gesto de fortaleza frente a los socios de Izquierda Unida o, más exactamente, frente a Antonio Maíllo quien acostumbra a dar lecciones de moralidad en foros públicos en una estrategia que desgasta a los socialistas.
Pero, además, hay una buena parte de los miembros de Izquierda Unida que consideran que su papel en el Gobierno está inclinando las políticas que se llevan a cabo en Andalucía, una tarea que no deben abandonar a pesar de las disensiones o contradicciones que se produzcan. También defienden el «esfuerzo de transparencia» que hace el PSOE al respecto, con consejeros que comparecen dos veces al mes en comisión para dar algunas explicaciones.
Por eso, dentro del grupo de IU están buscando la fórmula legal para poder investigar todos los contratos públicos (incluyendo los que pueden afectar a la Gurtel o el caso Enredadera) al amparo del reglamento del Parlamento. Están estudiando si sería aceptable analizar el menoscabo de fondos públicos.
