Dos detenidos por la muerte de un varón por supuesta infidelidad

Todo sucedió en un momento. Tanto, que cuando los vecinos salieron a auxiliar a la víctima ya estaba desplomada en el suelo y el agresor había salido huyendo escaleras abajo. Una persona falleció la madrugada del domingo tras ser apuñalada con un arma blanca en una venganza por una supuesta infidelidad.

El ataque ocurrió poco antes de las dos de la mañana en el número 2 de la plaza Biznaga, en la barriada 4 de Diciembre de Málaga. Según explicaron fuentes cercanas al caso, el agresor atacó al ahora fallecido tras asaltarlo en la puerta de su vivienda, ubicada en la quinta planta del edificio. A consecuencia del siniestro, Eduardo G., de 52 años, perdió la vida por la gravedad de las heridas causadas. La Policía Nacional confirmó horas después la detención de dos personas, un hombre y su pareja, de 34 y 35 años, respectivamente, entre los cuales se encuentra el presunto autor material de los hechos. La otra persona está acusada de actuar como encubridor.

Los primeros indicios apuntan a que la disputa pudiera haber comenzado por un problema sentimental o por una supuesta infidelidad. De hecho, los vecinos que salieron a socorrer a la víctima aseguraron a los agentes que la mujer solía frecuentar el edificio y que probablemente mantenía una relación con el ahora fallecido.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron efectivos de la Policía Local, la Policía Nacional y los servicios sanitarios del 061, que confirmaron la muerte del varón por lesiones por arma blanca. Al parecer, los sanitarios no pudieron hacer nada a la víctima por la gravedad de las heridas que presentaba en la zona del cuello.

En el lugar del siniestro nadie daba crédito a lo que había sucedido horas atrás. Aunque pocos querían hablar del suceso, vecinos de la víctima explicaron que se trataba de una persona normal y que no estaba metido en ningún lío, por lo que les había sorprendido el fatal desenlace de la discusión. «Nosotros sabíamos que tenía una pareja nueva, pero no nos podíamos imaginar que iba a suceder algo así», resumía Ángeles en la puerta del edificio.

Tampoco había causas para desconfiar del agresor, al que conocían como el marido de la ‘Tanga’. «Parecía que era una persona muy tranquila;_a veces pasaba por aquí y saludaba a todo el mundo, por lo que nos ha sorprendido mucho cómo ha terminado todo».