CARTASAL DIRECTOREconomía sumergida: ¿beneficiosa o perjudicial?

ALBERTO BRETONES LUCENA

Opino que de los 4,5 millones de parados aproximadamente que el Gobierno publica, en realidad un gran porcentaje no lo es debido a que estas personas generan beneficios, aunque no los declaran al Estado.

Teniendo en cuenta esto, quiero decir que veo la economía sumergida desde dos puntos de vista.

Desde un punto de vista positivo, la economía sumergida es una manera de evitar que las personas que no tienen los suficientes recursos para sobrevivir puedan hacerlo y que todas las familias formadas por esos parados «oficiales» no acaben en la pobreza.

Desde un punto de vista negativo, creo que la economía sumergida nos hace mal a todos, tanto a los que sacan beneficios de ella como a los que no, ya que quienes practican estos tipos de actividades económicas no declaran impuestos al Gobierno y por lo tanto las arcas del Estado no reciben dinero de su producción o trabajo. Por este motivo, hay menos dinero para poder realizar construcciones públicas (hospitales, colegios, carreteras, etcétera) y mantener los recursos sociales tan necesarios en la época en la que nos encontramos. Además, hacen que la economía de nuestro país esté en declive y que las personas que sí declaran soporten una mayor carga de impuestos y tasas, lo que disminuye su poder adquisitivo y de ahorro.

Como bien se aprecia, la economía sumergida tiene más aspectos negativos que positivos y por eso deberíamos hacer algo para erradicarla de una vez.

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