La paradoja de un vuelo repetido
El primer hombre de la Historia, Ibn Firnas, pudo volar en Córdoba en el 875 La ciudad se «estrella» ahora con el aeródromo que pagó e inauguró en 1958
Cuentan que hacia el año 875, el rondeño Abbas Ibn Firnas, provisto de unas alas articuladas, se arrojó desde las alturas de la Al-Ruzafa y descendió planeando una buena distancia. Sufrió un pequeño percance en el aterrizaje, pero salió ileso de aquella experiencia. Pudo ser el primer vuelo planeado de la Humanidad. al menos hay constancia. Paradojas de la historia en una ciudad que hoy se ve inmersa en una especie de episodio surrealista con su aeropuerto. Habrían de pasar más de mil años hasta que otro ser humano volviese a volar de nuevo sobre Córdoba. Durante las fiestas de aviación que se celebraron en la ciudad, el 19 de mayo de 1910, un aviador llamado Barrier se elevó sobre un campo improvisado junto a la fábrica de La Electromecánica. Ya en los años treinta del siglo XX se instaló en este lugar un aeródromo desde el que operaron durante la guerra aviones Breguet XIX, Nieuport-52 y Aero-101.
A finales de los años cincuenta, diferentes entidades y particulares de Córdoba promovieron una campaña para pedir la construcción de un aeropuerto comercial. Casi como décadas despuésocurriera para retomar esas rutas y mejorar las instalaciones. La poca acogida que la iniciativa tuvo en el Ministerio del Aire obligó al Ayuntamiento a llevar a cabo la construcción del aeropuerto a sus expensas. El Consistorio consiguió la autorización del Consejo de Ministros para su proyecto el 14 de septiembre de 1956, a condición de que tanto las instalaciones como los terrenos del mismo fueran cedidos al Estado terminadas las obras.
El aeropuerto de Córdoba se inauguró el 25 de mayo de 1958. Sin embargo, la apertura oficial al tráfico aéreo civil (nacional completo, internacional de turismo y escalas técnicas) no se produjo hasta el mes de octubre. El 5 de noviembre, Aviaco iniciaba la primera línea aérea Madrid-Córdoba utilizando un cuatrimotor Heron de doce plazas. Luwego se sustituyó por un DC-3. La línea se unió con la de Córdoba-Jerez en 1960, pero su poca rentabilidad obligó a la Diputación Provincial y al Ayuntamiento a subvencionar a Aviaco con el coste de la cobertura de plazas en un 50% para mantenerla en funcionamiento.
Patrimonio de Estado
El 5 de marzo de 1965, en virtud del acuerdo que autorizaba su construcción, el aeropuerto se incorporó al Patrimonio de Estado, quedando adscrito al Ministerio del Aire. Un año después, y pese al apoyo de las instituciones públicas cordobesas, la explotación de la línea con Madrid empezó a tener serias dificultades económicas que desembocaron en la suspensión en 1967 de todos los vuelos a Córdoba de Aviaco. Pero la Diputación, que consideraba de gran interés para la provincia mantener estos vuelos, negoció con Aviaco su reposición, acordando sufragar el 60% de la ocupación de plazas. Se estableció así la línea Málaga-Córdoba-Madrid, que se inauguró en 1969 con aviones Twin Otter de 19 plazas. Pero en 1980, Aviaco suspendió definitivamente su línea con Córdoba, que desde hacía algunos años tenían una frecuencia de dos vuelos diarios a Madrid. Ese mismo año se llevó a cabo la remodelación y ampliación del edificio terminal.
Nuevas gestiones de la Diputación Provincial, en este caso con la compañía mallorquina Air Condal, consiguieron un acuerdo que además de reanudar los vuelos con Madrid ambién establecía uno semanal con Palma de Mallorca, salida los viernes y regreso los lunes. Estos servicios, ambos atendidos con aviones Hawker Siddeley, comenzaron en 1983 y se suspendieron dos años después. En 1995 se llevó a cabo una nueva ampliación de la pista (a 1.380 metros) y de plataforma para aeronaves. Desde entonces, volvió a planear en los despachos gubernamentales una nueva reforma, truncada, mientras las terminales surgían como setas. En 2008, una compañía de capital cordobés y andaluz lo volvió a intentar: Flysur. Sus vuelos a Vigo, Barcelona y Bilbao duraron mes y medio solamente. Hasta el 19 de octubre de 2008. Una historia demasiado repetida.