La directiva celeste insiste en la viabilidad económica del Lucena CF

Nada mejor que una victoria balsámica para apaciguar los ánimos y las aguas, que, en el caso del Lucena CF, andan bastante revueltas. Los últimos tres puntos en juego se quedaron en casa del equipo celeste, tras derrotar al La Roda por 2-1, goles de Pato y Maxi Sepúlveda, en el Ciudad de Lucena, y eso supone una mínima alegría para una plantilla que está sufriendo, y mucho, en lo económico.

La deuda del club supera ya los 300.000 euros, y, según las últimas noticias, a los jugadores de la plantilla se les adeuda la nómina desde octubre pasado, y la promesa de la directiva de pagarles antes de que finalice este mes se está incumpliendo, por lo que los jugadores dieron el pasado día 17 un golpe de mano y se negaron a entrenar más.

Con este panorama, no resulta ilógico escuchar voces que hablan de una posible desaparición del equipo a medio plazo. Eso a pesar de que el presidente celeste, Eduardo Bouzón, y el director general del club, Javier Martí, quienes asistieron ambos al encuentro del pasado sábado (lo que no deja de ser una señal de cierta normalidad), insisten en que «la viabilidad económica no corre peligro» y vuelven a aludir al su plan de saneamiento del club.

Pero en los mentideros de la capital de la Subbética el sentir generalizado es que se va a dejar morir lentamente a este equipo, al de los mayores, para poner toda la carne en el asador en el CD Ciudad de Lucena, que milita en el grupo 2 de Primera Andaluza y es la cantera del Lucena CF y que está en manos de la antigua junta gestora celeste en un proyecto para forjar una cantera sólida, en el que también está el extécnico «Falete».

La idea, en ese caso, sería ir ascendiendo de categoría partiendo desde el punto donde el Ciudad de Lucena está en la actualidad. A día de hoy, el desencanto entre la afición es patente, ya que apenas acuden a los partidos unos 400 espectadores, cuando hace unos meses superaban con facilidad el millar.