CECO lleva varios meses sin abonar las nóminas a sus trabajadores
Admite en la junta directiva que no está al corriente con la plantilla pero elude precisar los impagos que serían, al menos, los de octubre y noviembre
la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO) acumula varias nóminas impagadas a su plantilla como consecuencia de su situación económica delicada. La patronal cordobesa defiende, sin embargo, que la situación se solventará en breve.
La difícil situación que atraviesa la plantilla (21 trabajadores) quedó patente ayer en la junta directiva de CECO, según señalaron asistentes a este órgano de dirección. Fue en el turno de ruegos y preguntas, lo que llama la atención, pues los responsables del empresariado cordobés no incluyeron en el orden del día un asunto tan peliagudo. Tras ser interrogados por un asociado que quiso saber si CECO no estaba abonando los sueldos a sus trabajadores, tomó la palabra su secretario general y vicepresidente, Antonio Díaz, para reconocer de forma genérica que se deben nóminas. No precisó más el alcance del problema.
Según ha podido saber ABC de fuentes empresariales, ya que Díaz se negó a atender a este periódico una vez más, hay dos niveles de impagos en la plantilla. Por un lado, están los siete trabajadores que se vieron involucrados desde primeros de abril en un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) de seis meses de duración, provocado por la compleja situación económica de la patronal.
Estos empleados regresaron a sus puestos a principios de octubre. De acuerdo a estos interlocutores empresariales, ellos no han vuelto a cobrar, con lo que les deben dos mensualidades. Los otros 14 trabajadores «llevan más tiempo» sin ingresar sus nóminas, aunque no precisaron cuánto.
De acuerdo a las fuentes consultadas entre los asistentes a la junta directiva celebrada ayer, el secretario general y vicepresidente de CECO achacó lo sucedido a que aguardaban a que la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), cuyas arcas sufren igualmente una grave situación, les abone una cantidad que les debe. Siempre según estas fuentes, Díaz apuntó que a la patronal cordobesa le iban a pagar ese dinero antes de fin de año, con lo que apuntó que antes de la conclusión de 2014 quedaría solucionado el pago de los sueldos.
No obstante, otro empresario dio un plazo distinto y aseguró que se dio por hecho que el lunes se resolverán los problemas con las nóminas.
Un miembro de la dirección de CECO reconocía ayer que la situación de impagos «no es de ahora». «Lleva tiempo coleando», añadió, aunque aseguró desconocer el alcance exacto del problema. Pidió que «no se haga leña del árbol caído». Porque, argumentó, «la gestión de cualquier cosa se intenta hacer lo mejor posible y unas veces sale bien y otras menos bien. Los momentos en ocasiones son más favorables y en otras más desfavorables y estamos en uno absolutamente desfavorable». Además, denunció que lo que le sucede a la patronal se debe a una «situación externa».
Falta de información
Recordó que las instituciones — y matizó para señalar a la Junta, que es la responsable de los cursos de formación, que luego imparten patronales o sindicatos— deben dinero a CEA (matriz andaluza de la patronal cordobesa) y ésta, a su vez, a CECO. Al final, advirtió, se da un «cuello de botella, pues nuestra patronal debía haber cobrado ese dinero, pues hay formación que se ha realizado, y no lo ha hecho». «Cuando empieza a fallar algo, las cosas van fallando en cadena», sentenció. No obstante, se mostró optimista con que la situación «pueda cambiar para bien» después de que CECO haya conseguido un «programa de formación a nivel nacional».
Ahora bien, la caída de ingresos por la formación es sólo uno de sus problemas. El otro, como ha reconocido el propio Díaz en otros medios, estriba en que con la crisis las aportaciones del empresariado a la patronal han caído por la desaparición de innumerables negocios y por el impago de cuotas por parte de los asociados. No en vano, las dificultades que arrastra CECO son las más llamativas, pero ya ha habido otras patronales sectoriales cordobesas que también han evidenciado problemas para seguir adelante. Por ejemplo, la de hostelería (Hostecor) tuvo que despedir en octubre a dos empleados tras haber intentado encarrilar su situación con un largo ERTE y la de la madera (Unemac) entró en liquidación tras acogerse al concurso de acreedores al no poder afrontar una deuda de medio millón.
El episodio del impago de nóminas evidencia una vez más la escasa información que da su presidente, Luis Carreto, a los directivos de la patronal. El que es su máximo responsable desde 1997 está acostumbrado a hacer y deshacer a su antojo en la entidad.
