Ciudadanos de segunda
Hace unas semanas di de alta a mi hija en una de las bibliotecas municipales del barcelonés barrio de Sarriá-San Gervasio. Felicito a los servicios municipales, ya que pude hacer la solicitud cómodamente por la web y a los pocos días recibí la confirmación de que ya podía beneficiarme de las prestaciones de la biblioteca. Pero cuál no ha sido mi sorpresa cuando, al ir a buscar libros, prácticamente no había en nuestra lengua materna: el castellano. Nos hemos sentido discriminadas. Si esto nos pasa siendo todavía parte de España, ¿qué ocurrirá si prospera el proceso soberanista?