Violencia y barbarie
Están deteriorando la sociedad, además de producir muerte y fomentando un malestar en la calle contagiante y perturbador.
Más acusado, por infausto y desolador, en acontecimientos recientes a raíz de los enfrentamientos y reyertas de ultras de signo distinto, que han llegado a tal grado, que se produjo la muerte. A uno de ellos le rompieron el bazo y el cráneo con hierro, seguido de exclamaciones: «¡Al río, al agua!». ¿Hasta cuándo la violencia, el salvajismo, la intolerancia dejarán de existir en nuestro país?
Vivimos rodeados de maldad, de gente bruta, radical y de una fiereza que nos marca como seres inmundos, despreciables porque hemos acabado con la dignidad de la persona, cosa sagrada en todo ser y sociedad.
El fútbol ha traído violencia de palabra y acción y, es necesario tomar las medidas oportunas que impidan que estos actos se repitan: medidas de tipo policial, intervención del Ministerio del Interior, etc., porque de lo contrario el mal seguirá su camino de perdición, creando un clima de inhumanidad y crueldad.
Practicar el ejercicio de este deporte en función de lo que representa en arte, cultura etc. Es, o debe ser, una constante y un fin como recreo y placer, además de un oficio cada vez más mercantilizado.