La Barbería Rivas se va de Barqueros

Hay negocios que son parte del paisaje. Y los barberos Rivas son a la calleja de Barqueros como Doña Manolita a la Puerta del Sol. Solo que Doña Manolita ya no está en la Puerta del Sol ni Rivas seguirá en Barqueros. Cosas de los contratos de renta antigua, que se acaban , obligando a trasladar a una gran cantidad de negocios tradicionales de sus actuales ubicaciones.

La tradicional peluquería de caballeros, que es una forma fina de decir barbería, se va de su tradicional ubicación hasta la cercana plaza de Chirinos. Lo cual elimina una escena del atrezzo de la ciudad. Dar un paseo por la puerta acristalada y asomarse a ver si alguien puede dar la vez.

Francisco Rivas padre (desde los 11 años con las tijeras) y Francisco Rivas hijo llevan el negocio en el mismo lugar desde hace 33 años. «Nosotros ya no tenemos clientes, tenemos amigos», aseguran. Antes, el negocio estuvo dos décadas en San Álvaro cuando el fundador compartía sillones con otro profesional, Francisco Sabariego. Los Rivas, huelga decirlo, llevan ocupándose décadas de las cabezas cordobesas.

Los profesionales reconocen que la marcha duele y genera gastos por el traslado aunque no exista más remedio. Pero se quedan en el Centro de Córdoba. Otra cosa, afirman, sería irse a una zona más alejada de la ciudad donde mantener los vínculos sí que es complicado.

Francisco Rivas hijo asegura que su sector, en concreto, el de la peluquería de caballeros, la tradicional, sigue igual que siempre. Otra cosa, afirma, son los salones unisex, la gran variedad actual de negocios de este tipo «que se hacen la guerra, abriendo unos frente a otros».

Sitios donde la decoración siempre es un exceso y, nunca se sabe bien por qué, la música está muy alta. Y no en lugares como Rivas y otros, donde la gente charla y se confiesa de sus pecados mientras lo pelan, un verbo lamentablemente en desuso.