Una influencia negativa para el nivel de consumo
El profesor de Loyola Manuel Alejandro Cardenete alerta del riesgo de que uno de los motores de la economía se resienta
El envejecimiento de la población tiene más derivadas que la meramente demográfica, pues las consecuencias que arrastra llegan hasta campos tan tangibles como la economía. Al consumo en concreto. En este sentido se pronuncia el catedrático de Universidad de Economía de la Universidad Loyola Andalucía Manuel Alejandro Cardenete, que indica que «el envejecimiento puede ser perjudicial para el consumo, porque es evidente que las personas mayores gastan menos que las jóvenes». En este sentido, Cardenete añade que «el consumo está muy vinculado a la edad: un jubilado tiene menos necesidades y menos dinero que un joven; no necesita gastar en vivienda ni en automoción y parece claro que si la población sigue envejecimiento el efecto multiplicador del consumo decaerá».
Para Cardenete, es un hecho que «el envejecimiento de la población es un fenómeno generalizado en toda España, porque lo que estamos viviendo es que la pirámide de la población se ha invertido, porque la base ya no son los jóvenes sino la población mayor y esto es un problema grave para la Seguridad Social porque nos estamos acercando a una ratio de uno a uno, esto es, a un activo por un pasivo, cuando hasta hace pocos años estábamos en uno frente a tres».
Otro punto de vista autorizado es el del sociólogo del Instituto de Investigaciones Sociales de Andalucía (IESA) Eduardo Moyano, que parte del hecho de que «la tasa de envejecimiento depende de que haya menos fallecimientos, pero también de que haya menos nacimientos y ambas cosas están ocurriendo ahora en España, y también en Córdoba». Moyano recuerda que «se muere más tarde, como consecuencia sobre todo de los grandes avances en el sistema sanitario, pero también de las buenas condiciones climáticas y sociales en que viven los mayores en nuestro país». Al mismo tiempo, recalca el sociólogo, «hay menos nacimientos, aunque este dato parece repuntar algo, porque se retrasa la edad en la que la mujer decide tener hijos».
Las pensiones
Sobre las consecuencias de este fenómeno, el especialista del IESA destaca que «existe una influencia negativa en la viabilidad del sistema de pensiones, puesto que sin jóvenes en edad laboral no hay forma de financiar las pensiones de los mayores con el actual sistema de financiación; otra cosa sería si se cambia el sistema de financiación y se plantea que las pensiones se financien con cargo a los presupuestos del Estado». Además, Eduardo Moyano resalta que el envejecimiento poblacional «tiene un efecto en el sistema de salud, ya que al haber más viejos, habrá mas demandas de asistencia sanitaria», al tiempo que «será necesario generar nuevos servicios y nuevos nichos de empleo».