Isco, Kroos y Casillas sortean un duro escollo en Almería

TOMÁS GONZÁLEZ-MARTÍN

El andaluz y el alemán forman un dúo perfecto para los momentos difíciles. Íker puso la mano de santo

Isco y Kroos. Cuando Florentino Pérez fichó al alemán este verano, nadie pensó que su mejor enlace en el centro del campo del Real Madrid sería Isco. El malagueño fue una buena adquisición del conjunto blanco, realizada hace año y medio, pero es el jugador número doce de Ancelotti. No es titular. Por delante de él están James y Bale. Son las lesiones de Modric y del colombiano las que le han hecho titular. Isco se ha ganado un sitio en el equipo y Kroos ha encontrado al hombre que mejor se desmarca para recibir sus pases y crear el fútbol ofensivo.

Cuando Toni Kroos coge el balón, rápidamente se gira hacia la izquierda para ver donde está Francisco. El andaluz es el futbolista más genial de esa línea y el germano confía en los recursos del mediocampista español para hacer un boquete en los sistemas defensivos contrarios.

El Madrid sufría en Almería y fueron los dos constructores, uno desde atrás y otro entre líneas, quienes sacaron al líder del atolladero.

Cuando mejor estaba el Almería, cuando comenzaba a creer que puntuar era posible, Bale dio un pase a Isco y el andaluz, desde la izquierda, se inventó un disparo con efecto, de rosca, que penetró pegado a un poste. Todo un golazo en un momento fundamental del partido.

Isco se fue a celebrarlo a un córner. El equipo en pleno acudió a abrazarle. El genio había roto el encuentro cuando más hacía falta. Llegó la igualada en el trallazo de Verza, imparable para Casillas, y entones surgió Kroos para crear otra jugada decisiva. El eje del Madrid, el timonel, el que mueve el barco, en vio un pase medido, templado, perfecto, para que Bale lo peinara y anotar el segundo tanto madridista. Muchos critican que el galés es un Guadiana en el fútbol del líder. Pero siempre aparece cuando el Madrid lo requiere.

Entre líneas

Kroos e Isco, Isco y Kroos, los dos se buscaron y los dos se encontraron. Han hecho un dúo que congenia en el juego. Ambos tienen clase y recursos para soportar la presión de los rivales. El alemán siempre espera que el español penetre entre las líneas enemigas para darle el centro en diagonal que haga un agujero.

Ancelotti valora la magnífica conexión que surge entre los dos talentos. Anoche, los dos se encargaron de protagonizar la vigésima victoria consecutiva del entrenador italiano, un récord que se extiende cada cuatro días y no encuentra límite. Se notó al Madrid más cansado, es lógico, después de superar veinte batallas, tres cada ocho días, con la única misión de vencer. Y fueron estos dos medias punta, reconvertidos en centrocampistas, los que resolvieron la papeleta.

Isco, Kroos y Casillas sortean un duro escollo en Almería

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