«Bombazo» a las víctimas del terrorismo
Es realmente indignante, inadmisible y totalmente abominable la conducta paternalista y de arrumaco con que el Gobierno arropa, presuntamente, a la delincuencia en general y a los etarras en particular. El pueblo está ya cansado y aburrido de pedir justicia contra esta política de protección. Es totalmente repudiable que el Ministerio de Justicia le haya perdonado –al etarra que provocó la masacre de Hipercor de Barcelona– los diez últimos años de condena y lo haya puesto de «patitas» en la calle, ante la tremenda indignación de todo el pueblo. ¿Es que un asesino de tal calibre se merece este «regalito» de Navidad? ¿Es que se han olvidado de que los asesinos son los culpables y los asesinados y sus familiares son las víctimas? ¿Es que todos nos hemos vuelto locos ? Parece ser que, presuntamente, el Gobierno tiene prisa en que la delincuencia generalizada no esté en la cárcel, sino en sus ámbitos de actuaciones. Cuando el Ministerio de Justicia cometió el fallo garrafal con la «doctrina Parot», la sentencia se refería a una sola persona y al Gobierno le faltó tiempo para liberar a todos los asesinos, pederastas, violadores y demás delincuentes que podían «agarrarse» a aquella sentencia. El Gobierno podía haber sido más pragmático y oponer cierta resistencia y astucia para ir liberando a medida que cada delincuente fuera ganando su pleito personal. Pero no, ¡hala, todos a la calle! Esta medida trajo graves consecuencias en el pueblo, tan variadas como familias que tuvieron que cambiar de domicilio al volver el delincuente a su vivienda cercana a la familia de la víctima… etc. ¿Es que con las ya próximas elecciones el Gobierno quiere ganarse los votos de todos los que buscan y desean la excarcelación de etarras, como ha acontecido con la marcha atrás de la ley del aborto?