PRIMERA DIVISIÓN
El miedo iguala a Córdoba y Levante (0-0)
Blanquiverdes y azulgranas se atascan en uno de los peores partidos de la Liga
Sin talento, resulta casi imposible ganar en Primera. Lo saben los entrenadores del Córdoba y el Levante, pero les pudo el miedo . La cotización del empate a cero debió desplomarse en las casas de apuestas tan pronto como se conocieron las alineaciones. No hubo milagro y no hubo goles. Sólo conformismo, sopor y un reparto de puntos más que previsible.
Ni Djukic ni Alcaraz sorprendieron con sus planteamientos. Ambos confiaron en el músculo para tumbar al adversario. Acumularon a sus hombres más batalladores en el círculo central y el resultado fue el esperado: un atasco monumental. El semáforo de El Arcángel nunca se puso en verde para Deivid, Luso, Diop ni Simao . Los cuatro cumplieron con su cometido, lucharon y se entorpecieron por igual. Ni rastro de la creatividad.
Sólo tuvieron opciones de generar algo de peligro los hombres de banda. Campabadal e Iván López subieron y sacaron buenos centros desde sus carriles derechos. Pero lo cierto es que el confort de las defensas era proporcional al aburrimiento del público: máximo. Los únicos sobresaltos para la grada llegaron como consecuencia de una comprometida cesión a Juan Carlos y, casi al final del primer tiempo, producto de una acción a balón parado. A la salida de un córner, se encontró Deivid con toda la portería de Mariño a su disposición, pero cabeceó fuera.
La falta de ambición también caracterizó el segundo tiempo. La del Córdoba, con la condición de local, fue determinante. Djukic metió a Cartabia , pero sacó del campo a Fidel para no romper el centro del campo que descubrió en San Mamés. Después, Ekeng por Luso . Hombre por hombre; desesperación en la grada. Y, entretanto, las ocasiones caían con cuentagotas, pero siempre sobre la meta de Juan Carlos. Los reflejos del portero alcarreño evitaron el gol de Ivanschitz , que ganó por alto a Campabadal para rematar un centro de Barral.
Ghilas y Borja probaron fortuna a la media vuelta en dos acciones forzadas. Nunca tuvo que actuar el meta visitante. El argelino, aislado y sin brillo durante todo el encuentro, bajó a la mediapunta en los últimos minutos y se sacó un zurdazo alto y violento que reflejaba su desesperación. Quienes en El Arcángel sufrieron la lluvia y uno de los peores partidos de la Liga estuvieron a punto de olvidar el mal rato en el 93'. Entonces engatilló Borja un balón suelto desde el balcón del área , pero el balón fue justo y no premió la cobardía. Fuera por centímetros y final.
Noticias relacionadas