Caja Rural distingue la excelencia en patrimonio y acción social

La iglesia de San Pedro Mártir de Lucena y la Cruz Blanca, entre los galardonados

Caja Rural distingue la excelencia en patrimonio y acción social ROLDÁN SERRANO

L. M.

La Fundación Caja Rural entregó ayer en el Real Círculo de la Amistad los premios que cada año concede a entidades que han llevado a cabo proyectos destacados en los ámbitos de la cultura, la empresa y la acción social. En el apartado de la Recuperación del Patrimonio, el galardón fue para los trabajos de reimplanatación de la iglesia de San Pedro Mártir de Verona, en la ciudad de Lucena. Estas obras, dirigidas por el arquitecto Manuel Roldán, terminaron hace pocos meses.

Se trata de un trabajo que ha reconstruido el templo a partir de algunos restos, y que culminó en la pasada Cuaresma. La entidad promotora, la cofradía de Jesús Nazareno, recibió 4.000 euros, que corresponden de un premio que pretende «reconocer, estimular y difundir» a quienes conservan y mantienen el legado artístico e histórico.

Según el jurado que concedió este galardón, el trabajo que se ha desarrollado durante los últimos ocho años fue merecedor de un premio por la recuperación del templo y por la forma en que se ha adecuado a lo que quedaba en pie del conjunto histórico. La iglesia, un convento dominico, se construyó en 1750. Tras la Desamortización de 1835 se arruinó y sólo ahora se ha recuperado.

También se concedió el premio a la Acción Social Solidaria que lleva el nombre del Hermano Bonifacio. En esta ocasión ha sido para los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca, que desde hace décadas hacen una labor social continuada con los disminuidos psíquicos profundos, y que se ha ganado el respeto de la sociedad cordobesa y también la colaboración de muchas entidades y ciudadanos. El premio para esta entidad religiosa también fue de 4.000 euros más el recuerdo conmemorativo.

Investigación

En la categoría de proyectos de I+D+i en Actividad Agroalimentaria lo compartieron dos iniciativas «ex aequo». La primera era sobre la química del aceite de oliva, su trazabilidad y el desarrollo sostenible, y que la desarrolló el departamento de Química Orgánica de la Universidad de Córdoba, en un equipo al frente del cual ha estado Alberto Marina.

El segundo de los proyectos se llama «Mecanismos de Inmunomodulación e Inmunosupresión» en el complejo respiratorio vacuno. Lo realizaron María Ángeles Risalde, Fernando Romero y Juan Antonio Martín. Estas dos iniciativas científicas se reparten los 4.000 euros con el que está dotado el premio que concede la Fundación Caja Rural de Córdoba en esta especialidad.

La institución también distinguió a la mejor iniciativa empresarial promovida por jóvenes emprendedores, otra de las labores que quiere promocionar la Fundación Caja Rural. Se trata de Laboratorios Edyma, una firma que desde su nacimiento tiene tres líneas principales de trabajo: la consultoría agroalimentaria, el laboratorio agroalimentario y la producción y mejora vegetal.

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