funeral en bruselas
Salve rociera con voces cordobesas para el funeral de la reina Fabiola de Bélgica
El Coro Vilvoorde logra emocionar a la familia real belga
La Reina Fabiola de Bélgica, que falleció el pasado viernes a los 86 años, ha sido despedida esta mañana en la catedral de San Miguel y de Santa Gúdula, en Bruselas, con un funeral en el que la música ha estado presente durante toda la ceremonia. Y no solo se han escuchado piezas de Bach a Jacques Brel, tal y como apunta un periódico de edición nacional. También ha sonado una salve rociera, a cargo del coro Vilvoorde, formado por expatriados españoles, la mayoría, cordobeses.
Las voces del coro han logrado emocionar a los presentes. Incluso el Rey Juan Carlos ha cantado y una de las sobrinas de la Reina, Blanca Escrivá de Romaní, marquesa de Ahumada, ha cogido unas castañuelas y ha acompañado a la formación musical.
La decisión de organizar un funeral de Estado, algo a lo que se oponía la Reina, ha sido oficialmente atribuida al Rey Felipe de los Belgas, que ha querido así ensalzar el recuerdo de su tía. Es cierto que a la mayoría de los ciudadanos no les habría extrañado que la Familia Real hubiera organizado un ceremonial más discreto, pero también lo es que la figura de la Reina Fabiola ha sido muy querida por una parte muy importante de la población.