La irregular «bolsa» del petróleo
Llevamos meses visualizando una clara recesión desde que el precio del barril del petróleo se instaló en los 120 dólares. Y está claro que, equitativamente, el usuario no recibe el mismo porcentaje en la bajada de los precios de los carburantes. Hoy en día el barril se sitúa en un precio por debajo de los setenta dólares; es decir, que en menos de un año ha devaluado su precio un 40 por ciento. En las gasolineras de nuestro país, dentro de las que mantienen el precio más bajo, venden el litro de carburante solo un 10 por ciento más barato que los precios del pasado invierno.
Por el contrario, hace dos años, cuando el precio del barril comenzó a subir, instantáneamente las gasolineras empezaron a elevar de una manera desorbitada los precios del carburante. Esta contraposición indica que no se toma el mismo baremo a la hora de aplicar el precio de la gasolina. Sabido es que un gran porcentaje del precio que pagamos por cada litro está estipulado en impuestos, deberíamos reclamar el precio justo y una mayor claridad con la política de precios que tienen las grandes petroleras.
Necesitamos un mercado justo y transparente. No se puede abusar con las necesidades de un mercado que lo único que consigue con el precio del carburante tan alto es que las personas tomen otras alternativas de transportes más económicas, y esto haga decrecer el mercado automovilístico.