Falsos profetas
En todo el auge y apogeo de la gran crisis, la cobardía y el miedo han influido considerablemente en las mentes de muchos españoles, que se han visto abocados en la búsqueda de un destino más esperanzador; ese falso, manipulado e imposible destino que ofrecen algunos.
Las clásicas formaciones políticas de nuestro país caminan a la deriva porque, indirectamente, son víctimas de sus acciones. El PSOE porque no ha sido capaz de asimilar, aún, su desagradable pasado de ocho años de zapaterismo, y sigue, erre que erre, soñando en soluciones imposibles sir ofrecer alternativas reales y lógicas que beneficien a todo el pueblo español, y cuando digo a todo, es a toda España, la España de las autonomías, y que, según la Constitución, son todas iguales.
El PP, porque ganó las elecciones con mayoría absoluta, y se encontró, bajo las alfombras, ese gran desaguisado, fruto de la gran crisis y fruto del dejar pasar de los predecesores. Y, para colmo de los colmos, los casos de corrupción afloraron por doquier, y los enanos empezaron a crecer, dificultando aún más el desastroso panorama. Y he aquí que el PP, aún con mayoría absoluta, se fue olvidando de sus promesas electorales, porque se vio absorto en la solución de las exigencias que Europa y el mercado común europeo les imponía para salir airosos de la crisis.
Las medidas empleadas por el gobierno del PP están dando buenos frutos. No destruyamos, pues, los logros conseguidos y seamos conscientes de que cuando se labra bien y cuando los caminos se preparan enderezando lo torcido y rellenando los baches para el buen caminar, la recompensa será mejor para todos. Frente al pesimismo y frustración, esperanza y ánimo. De bien nacidos es ser agradecidos.