CARTASAL DIRECTORLa verdad de Perogrullo

JULIO CÉSAR JIMENA

En Córdoba, tras la Reconquista, en 1238 se construyó la Catedral de culto católico, dentro de lo que era una mezquita musulmana, pero respetando su monumento, porque era uno de los ejemplos más emblemáticos del arte islámico. Respeto que no tuvo la invasión musulmana al construir su mezquita en el 785, destruyendo la gran basílica cristiana de San Vicente Mártir. Parece ser que el gran barullo que tienen montado los políticos sobre su uso y titularidad solo tiene una finalidad electoral, falsa, que no interesa a la población, ni a sus sentimientos ni a sus intereses, es un atropello deleznable, mezquino, inoportuno.

¿De verdad, de verdad, quiere Susana Díaz quitarle a los cordobeses el uso legítimo y religioso de su Catedral, dificultando o impidiendo sus pasos de Semana Santa? Ella sabe muy bien que los cordobeses no lo consentiríamos, pero necesita, y es comprensible, contentar a la izquierda que representa ¿Cuándo vamos los españoles, desde esta estúpida división tanto de izquierdas como de derechas, división fomentada por rencorosos y desnaturalizados, a poder darnos un abrazo fraternal, que es lo deseamos la inmensa mayoría?

CARTASAL DIRECTORLa verdad de Perogrullo

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