Las Bolsas europeas se hunden por la inestabilidad política en Grecia
La dirección de la economía europea continua remando contra corriente. Mientras los ministros de Economía de la UE celebraban una reunión en Bruselas para evaluar los primeros informes concretos del gran plan de inversiones que ha preparado el presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, las Bolsas mundiales emprendieron una frenética caída. Algunos análisis atribuyeron el nerviosismo bursátil a la desaceleración de la economía china, o a la continua caída del precio del petróleo, pero a escala europea se interpreta como la expresión del temor a que la coalición de izquierda radical Syriza gane las próximas elecciones en Grecia. La Bolsa de Atenas se desplomó un 12,78% en su peor jornada desde 1987, pero el resto de plazas corrieron igual suerte. El Ibex-35 perdió los 10.500 puntos al descender un 3,18%, su tercera mayor caída del año, Milán se dejó un 2,81%, París un 2,55% y Fráncfort un 2,21%.
Los temores de un colapso político en Grecia se producen ante la decisión del primer ministro Antonis Samaras de adelantar a diciembre la votación parlamentaria para la elección de un presidente de la República para la que por ahora no cuenta con una mayoría suficiente. Algunos griegos podrían añorar ahora las virtudes de una previsible monarquía parlamentaria, teniendo en cuenta que si el Gobierno fracasa en su tentativa de lograr una mayoría está obligado a disolver las cámaras y convocar elecciones generales.
Y no está claro que su resultado proporcione las cifras necesita la elección del presidente de la República y que además podrían dar el Gobierno a los populistas antieuropeos de izquierda de la formación Syriza. Y eso en el momento en que la UE estaba planeando ya cual sería la fórmula para permitir a Grecia empezar a salir de la tutela exterior, a la vista de que ha logrado reducir el déficit primario en sus cuentas públicas.