DESDE MI RINCÓN
El paro y la puerta giratoria
Existe comunicación entre la política y la gran empresa cuando son la pyme y el autónomo la única solución viable
COLOQUIALMENTE el término «puerta giratoria» designa el hecho de que altos cargos políticos, al cesar de sus funciones, se acomodan en las grandes empresas privadas o influyentes despachos profesionales, donde poner en valor la autoridad y conocimientos adquiridos en su etapa pública. No son pocos los políticos que se encuentran en la nomina de empresas que se privatizaron bajo el gobierno al que ellos pertenecían. Si la «puerta giratoria» satisface el deseo y ambición de quienes abandonan el poder, también da entrada a quienes desde la empresa o despachos privados entran en el poder y van a decidir sobre asuntos que incumben a quienes les tenían en nómina antes de entrar en lo público. Hago este comentario no para hablar de incompatibilidades e independencia, sino para ponernos en situación sobre un asunto que pretendo comentar.
Se dice que la mayor preocupación de los ciudadanos de Córdoba es el paro. A uno de cada dos habitantes le preocupa no encontrar trabajo en el futuro o perder el que tienen en la actualidad. El deterioro empresarial en nuestra ciudad ha sido enorme y parece que aun no ha tocado fondo. A los políticos locales se les llena la boca cuando nos venden que han conseguido eliminar el déficit que recibieron. Hacen bien en vendernos el producto, porque es cierto que nuestra economía local está mejor que cuando ellos tomaron la responsabilidad de gobernar. Pero deben decir también las consecuencias que ese ajuste ha dejado en Córdoba. Que se informe sobre cuántos autónomos han cerrado sus negocios. Que se explique el crecimiento real del presupuesto municipal. Que no se diga que los impuestos no suben, cuando el presupuesto crece año tras año. Que se hable del coste de la burocracia. Que se justifique el crecimiento de las reclamaciones económico-administrativas ¡Hablemos de todo ello! En las pequeñas y medianas empresas está la clave de la creación de empleo. Y cuesta mucho estabilizar y consolidar una empresa, para que cuando esta empieza a producir, vengan los políticos a confiscarla so pretexto de ajustar presupuestos. El paro seguirá siendo el gran problema de España, porque a las pequeñas y medianas empresas españolas las separa del Estado una puerta blindada y burocratizada muy difícil de traspasar. La «puerta giratoria», esa que sirve para trasvasar con facilidad influencias de un lado a otro, esa puerta sólo une al Estado con aquellas empresas o despachos capaces de dar la desproporcionada satisfacción económica que sus usuarios reclaman.
El paro en España y muy particularmente en Córdoba, no tendrá solución hasta que los gobernantes se convenzan, o los convenzamos, de que en las pymes y autónomos está la única solución a nuestro principal problema «el paro».