muestra en cinco sedes

Obras de arte con firma y rostro

Cinco autores analizan la exposición «60 años de arte contemporáneo en Córdoba»

Obras de arte con firma y rostro v. merino

l. miranda

Es una exposición con creatividad latente y con innovación, donde los protagonistas siempre son las fotografías y los cuadros, las esculturas y las instalaciones. Como en cualquier muestra. Lo que hace distinta a la gran muestra «60 años de arte contemporáneo en Córdoba» , que ha organizado el Ayuntamiento y que se puede visitar en cinco sedes, es que es una exposición con nombres, con rostros que se han visto mucho por la ciudad y con manos que se pueden estrechar en cualquier rincón.

José Manuel Belmonte reconoce que «a lo mejor no están todos los que son, pero sí son todos los que están». Si alguien pensó alguna vez que Córdoba se había quedado en un arte convencional y alejado de las vanguardias, cita a los nombres que allí están, y a sus obras, para demostrar cómo Antonio Povedano, Miguel del Moral y Marcial Gómez «tenían un concepto avanzado» para su época, y sus obras lo dicen por sí mismas.

«Realismos» se expone en el lugar en que en 1953 se realizó una gran exposición que mostró cómo Córdoba no tenía tanto camino que recorrer en la creación contemporánea, y allí está el propio Belmonte, el San Rafael de Luis Aguilera Bernier, un patio de Botí, un niño de Miguel del Moral, un sueño de Marcial Gómez y las firmas de Julia Hidalgo o Pedro Bueno.

En la Fundación Antonio Gala está el apartado «Cartografías de la figura» y allí está la obra de Antonio Bujalance, un artista veterano y muy reconocido que cree que hay que felicitarse por que «la gente de Córdoba vea el arte que se hace ahora». Junto a él están en la sala Mariano Aguayo, María Teresa García López e Hisae Yanase.

«Abstracciones», en la Casa Góngora, tiene a Alfonso Ariza, Juanjo Caro y la obra de Equipo 57, mientras que en la sala de Cajasur en Gran Capitán están los «Retratos del gesto», con José Duarte, Rita Rutkowski y Tomás Egea, pero también pesos aún más pesados, como Antonio Povedano y Aurelio Teno. Es una exposición con mucho peso fotográfico, y eso lo destaca y agradece un profesional de este arte, José Carlos Nievas, que cree que hace más fácil y cercano para el público el conocer el arte más actual.

Miguel Gómez Losada está en esta última tendencia, pero experimentó más emoción al ver en el Círculo la obra de su padre, Marcial Gómez. Su relato de la muestra también es muy positivo. «Me alegra porque puede contribuir a luchar contra la desesperanza, porque parece que en esta ciudad el pasado afecta», insiste, para luego decir «que también el arte continúa, y con excelencia».

«Un listón muy alto»

El resultado fue «que se dejó el listón muy alto» para los artistas que llegaron después, y la exposición es la mejor muestra de ello. Gómez Losada está presente en la sala Vimcorsa, cuya exposición, «Cambio de paradigma», es la más variada y más contemporánea de todas.

Tete Álvarez ha expuesto allí una obra singular, en la que las imágenes aparecen sobre espejos retrovisores. Su visión es la de una exposición «muy completa», aunque termina con autocrítica. Es la falta de correspondencia entre el nivel de los autores y el de una ciudad sin apenas mercado artístico, con pocas galerías que permitan dar a conocer la obra de los que ahora trabajan. «La situación no es para alegrarse», dice.

Obras de arte con firma y rostro

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación