«Si salimos en San Mamés con miedo, no hay nada que hacer»

El técnico del Córdoba espera que algunos de sus jugadores se ganen el puesto de titulares

JOSÉ M. DOMÍNGUEZ

Empieza a virar el discurso de Miroslav Djukic. La ambición se mantiene como seña de identidad del entrenador del Córdoba, que enarboló esa bandera desde el primer día que aterrizó en El Arcángel. Pero la cara más crítica del técnico serbio comienza a hacerse visible. Los resultados no llegan y la imagen del equipo no mejora. Ha llegado el momento de expresar un lógico inconformismo e incluso de dar toques de atención públicos.

La visita de esta tarde a San Mamés, uno de esos campos en los que «lo principal es salir con desparpajo», ha sido el contexto elegido por el preparador blanquiverde para apretar los machos de su plantilla. Su equipo no tendrá «nada que hacer» si compite temeroso o acomplejado por la teórica superioridad del Athletic Club. Prevé una de esas batallas que sólo se pueden ganar cuando los futbolistas «entran con todo en cada metro, en cada segundo».

El vestuario ya sabe qué demanda el entrenador. Compromiso, sacrificio, concentración... El dogma de Djukic quedó resumido en una respuesta sobre la situación de López Silva, al que cargó de elogios: «Se mueve bien entre líneas, tiene desparpajo y es listo». Pero «tiene también que trabajar». «Nuestro pan es el acierto defensivo y, a partir de ahí, veremos qué podemos hacer ofensivamente», insistió.

Un aviso claro para quienes pretendan ganarse un puesto sobre el césped de San Mamés. De momento, según afirma Djukic, «no hay nadie fijo». El adiestrador serbio lamentó que «nadie» haya demostrado aún lo suficiente para partir en cada jornada con la etiqueta de «titular indiscutible».

Adquirió un matiz colectivo, pero la advertencia coincidió con la respuesta del entrenador a una pregunta sobre Xisco Jiménez, que se quedaba fuera de la convocatoria y en cuyo lugar entraba el canterano Florin Andone. Una decisión con la que Djukic trata de hacer «reaccionar al equipo». El rendimiento de Xisco no le satisface, como tampoco lo hizo en Copa el interior diestro Ryder Matos. «No hizo un gran partido», puntualizó el entrenador sobre el brasileño, que, no obstante, podría tener otra oportunidad en Liga por la sanción de Cartabia.

Aunque el nombre que provocó una reacción más peculiar de Djukic fue el de Carlos Caballero, otro de los jugadores que siguen sin convencerle. «La lesión le ha hecho daño», argumentó, para deslizar que el madrileño ha perdido «ritmo y agresividad». No le vale como excusa el término mediapunta, posición en la que ha dado algunos minutos. «Estoy hasta la gorra de las mediapuntas. Porque a la media punta le preguntas “¿qué haces, marcas goles?” y te dice “no, es que yo no soy punta, soy mediapunta”. “Pero bueno, ¿robas balones?” “No, es que yo tengo el término punta”. En mi época existía punta y medio». Carcajadas en la sala de prensa, y una interrupción: «¿Y qué es Caballero?». «No lo sé, decídmelo vosotros», zanjó Djukic con humor.

«Si salimos en San Mamés con miedo, no hay nada que hacer»

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