Arquitectura de plata
Aunque 25 años «son muchos en la carrera de un compañero» hasta que no cruzas la frontera del cuarto de siglo de trabajo «no te enteras de que eres arquitecto», bromeó el decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Córdoba, Felipe Romero, en el acto conmemorativo al ejercicio profesional de la arquitectura de quince colegiados cordobeses, celebrado en su sede, el pasado jueves por la noche.
En declaraciones a ABC, este ilustre arquitecto cordobés resaltó que la arquitectura es una profesión «en la que se está en continuo aprendizaje».
«Córdoba está construida y se ha renovado arquitectónicamente al completo; todas las casas del centro de Córdoba», resalta Romero, quien también recuerda que a lo largo de los 40 años que lleva ejerciendo ha trabajado en proyectos señeros como el conjunto de viviendas de «Las Jaras».
Por ello, las nuevas generaciones tienen menos posibilidad de intervenir dentro del Casco Histórico cordobés, porque está ya completamente renovado. Si bien, Romero apuesta por consolidar la arquitectura cordobesa contemporánea y por seguir trabajando duro.
«También sería conveniente que nos desligáramos un poco del ladrillo y abriésemos la arquitectura a otros campos, como el diseño industrial, el paisajismo y las nuevas tecnologías», apunta Romero.
En Córdoba se tiende a realizar una arquitectura «utilitaria», práctica, porque «no podemos gastar más de lo necesario». Por eso, Romero, en su agradecimiento a los quince compañeros condecorados, los animó a seguir trabajando con ilusión, a pesar de que, a veces, la arquitectura se vea eclipsada por la mera y simple edificación.
Manuel Abril, María Dolores Alcaide, Julio Aumente, José María Barroso, Juan Cantizani, Antonio Galisteo, Rafael Ruiz García, José García, Francisco Gómez, Juan Luis Mensua, Juan N. Morán, Enrique Moreno, José Moreno, Antonio Peña y Julio, L. Roldán recibieron sus respectivas medallas al impecable ejercicio de su trabajo durante 25 años de carrera como colegiados en Córdoba.