Reglas básicas para el mantenimiento del arma

Bien por pereza o por dejadez, guardamos nuestra escopeta o rifle en el mismo estado en la que la traemos del campo. El dedicarle apenas 10 ó 15 minutos a su mantenimiento evitaría su deterioro y garantizaría su buen funcionamiento, así como la seguridad de nuestra integridad física.

La lluvia, al igual que nuestro sudor, polvo o arena, son agentes externos muy perjudiciales tanto para cañones, mecanismo y maderas. Teniendo a mano un trapo de algodón que no suelte pelusa, una baqueta y un bote de aceite para armas, bastará para mantener en perfectas condiciones el arma. Primero desmontaremos pasamanos, cañones, y báscula, o carcasa en caso de ser una semiautomática. Si tenemos conocimientos para poder desmontar alguna parte más del arma siempre vendrá muy bien, puesto que además de humedad, polvo, hojas, ramitas etc., hay otros agentes internos como son restos de pólvora, gases etc., que se incrustan en el mecanismo del arma.

Procederemos en caso de haberse mojado el arma a secar muy bien todas las partes anteriormente descritas incluidas por supuesto las maderas, si disponemos en casa de un secador de pelo nos vendrá fenomenal para evaporar toda la humedad existente. Una vez realizada esta operación si disponemos de la baqueta limpiaremos el interior del cañón, primero pasando el escobillón de cobre, posteriormente el de pelo y por último el guisopo que le pondremos un poco de aceite para armas.

Si el arma dispone de chokes intercambiables es importante soltarlos y limpiar bien, especialmente la rosca del mismo y la del cañón, así evitamos su deterioro y posible obstrucción del mismo. Una vez realizada esta operación lubricaremos el mecanismo y especialmente las zonas que sufren mas fricción o fatiga como pueden ser enganches, báscula o pasamanos, así como el exterior del arma con una pequeña película de aceite. Nunca utilizar grasa para las armas, puesto que el polvo y suciedad se adhiere a la grasa y esto causaría a la larga fallos mecánicos.

Recordaros que cuando guardéis vuestras armas os aseguréis que están totalmente descargadas. Debido a mi profesión y a lo largo de los tantos años me he encontrado armas con cartuchos ¡En la recámara!