Moreno Carretero cataloga el «arte» publicitario de las carreteras
El artista de El Carpio muestra en Madrid las «pseudo-esculturas» de las vías públicas
La sala de exposiciones «La Fábrica» de Madrid, acoge hasta el próximo día 11 de enero el proyecto «Mecanismos inconscientes del horizonte», obra del artista de El Carpio Miguel Ángel Moreno Carretero. Se trata de un proyecto de investigación en el que el artista documenta y localiza más de un centenar de «pseudo-esculturas» de carácter publicitario, situadas, en su mayoría, en las cercanías de las carreteras de la geografía española.
En concreto, las obras expuestas, un total de 39 imágenes, «forman parte de un inconsciente colectivo, y están dotadas de un evidente componente narrativo salpicado de guiños irónicos e incluso humorísticos y cierto sentido utópico», apuntó a ABC Moreno Carretero.
Una obra que combina la fotografía con las instalaciones e intervenciones sobre el paisaje y los espacios públicos patrios, conformando un catálogo detallado, de esos «museos al aire libre creados por el hombre».
Moreno, «viajero tenaz desde niño, cuando realizada largos viajes por carretera junto a mi padre», decidió hace seis años profundizar más en su trabajo con el paisaje a través de una incipiente colección de mobiliario publicitario. La obra «Mecanismos inconscientes del horizonte», traza un mapa de la Península Ibérica a partir de fotografías de esculturas anónimas, hijas de un tiempo. En las instantáneas, «se pueden encontrar artefactos publicitarios y señalizadores, vinculados al comercio y desprovistos de cualquier intención artística inicial», que conforman una colección de fotografías que evocan, dice, «un período de tiempo claramente identificable en el paisaje español y posiblemente, en peligro de extinción».
Así, junto al famoso toro de Osborne, indultado como un hito de la publicidad y de la iconografía en España, hay tomates, coches partidos por la mitad y latas de refresco.
Según Moreno, «los elementos publicitarios son tratados como esculturas públicas intencionadas que significan al territorio que ocupan». Por esto, continuó, habla «de elementos a priori distantes como el arte y la sociedad de consumo, las combinaciones, la alquimia del objeto y sus posibilidades comunicativas». Es decir, sus autores no estaban alentados por una ambición estética, pero para Miguel Ángel Moreno eso no es lo esencial, sino el resultado de su impacto sobre el paisaje. Y es que al artista cordobés le apasiona, «la poética del arte y la capacidad que tiene de evocar pensamientos; de ser una posición ante la vida». Y por otro lado, también se siente entusiasmado por «las armas de seducción de la publicidad para dirigir a la gran mayoría hacia un mismo destino: el consumo».
Carretero, de 34 años, licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, lleva a cabo un trabajo multidisciplinar, combinando los géneros tradicionales y la instalación, mostrando un especial interés por las intervenciones, sobre todo paisajísticas, en los espacios públicos.
Fruto de ello es su trabajo en el festival Scarpia, que cada año reúne en El Carpio a decenas de artistas de toda España para trabajar sobre el medio rural y urbano.