Luz de los días más especiales

Luz de los días más especiales

LUIS MIRANDA

El alumbrado extraordinario y la inauguración del belén municipal y provincial dan la salida a la víspera de las fiestas en el Centro de la ciudad

Es imposible de describir con palabras, pero cualquiera sabe que no todos los días tienen la misma luz. Hasta en las fotos hay rayos de sol que tienen un matiz distinto, como si la atmósfera y el aire se unieran para celebrar cada jornada según un rito propio. Tiene que ver con las estaciones y con la hora, pero también con un algo intangible, como si, más que un día que tiene una textura especial, el cielo y la luz se quisieran hermanar para celebrar la jornada de alguna manera, y así naciera el azul congelado de un Domingo de Ramos, la melancolía macilenta y medio otoñal, pero preñada de esperanza, de un Viernes Santo y la luz cromática de los Patios.

En estos días el sol es un fugitivo que apenas ha calentado un poco las mañanas cuando ya está marchándose en la sobremesa, pero, por esos misterios del aire, también la luz artificial tiene su esencia. Como si la calle Gondomar no tuviera noches, parece que sólo cuando se aproxima la Navidad tiene el aire cálido de ayer, como si el vaho de los alientos de quienes la llenan se pudiese tocar y quedase retratado en las fotografías.

A las seis de la tarde la entraña de la fiesta, la religiosa, quedó plasmada por primera vez, a las siete se hizo luz su adorno efímero de luces.

Como si las dos hubieran querido no invadir sus sitios, el Belén municipal no buscó este año refugio en Santa Victoria ni en un lugar del centro, no estuvo a mano de las compras, sino en el Patio de los Naranjos. Al caer la tarde lo inauguraron el Ayuntamiento y la Agrupación de Cofradías, que para este año, por primera vez en la Mezquita-Catedral, ha renovado gran parte de las figuras. Allí estaba el Niño Jesús en el Pesebre, la Virgen María y San José, los pastores que adoran y todas las escenas, las costumbristas y las que se relatan en la Biblia.

En penumbra

Se escapaba el sol a esa hora, entre villancicos en el Patio de los Naranjos, y ya que era un día para las luces, las farolas ordinarias tardaron en encenderse. Ya era de noche a las siete de la tarde y Las Tendillas aguardaba en penumbra. También esa ausencia tenía algo de especial, como si todo el mundo esperase el momento en que todo empiece, como si nadie se hubiera querido dar por enterado de que la Navidad estaba encima. Los árboles se pintaron poco a poco de azul y la calle Gondomar comenzó a dibujarse de formas geométricas y esa textura especial de los días que se acercan de pronto estaba en Córdoba, y de un momento a otro las calles peatonales eran un mar de cabezas que no se marchará hasta bien entrado el mes de enero.

Ni Papá Noel, ni Reyes Magos, ni renos ni signos de la nieve que en Córdoba llega cada bastante tiempo. Más bien es una Navidad decorativa, de formas geométricas que sólo por la época se podrían decir de estas fechas. En Claudio Marcelo eran de polígonos irregulares en varios colores, como «collages» superpuestos, y en Gondomar de formas geométricas en un solo color, como guirnaldas.

La calle Cruz Conde, viejo salón de la Córdoba céntrica, tenía unos originales montajes en tres dimensiones, como largas arañas de salón. Por sus calles iban y venían las familias, los dedos de los niños que señalaban a los colores que más les llamaran la atención, el «Feliz Navidad» al comienzo de la calle Gondomar.

El decorado cambiaba en Gran Capitán, que estos días troca su anchura habitual por un lugar estrecho, como de zoco árabe, y donde no hay centímetro cuadrado que no guste a los más pequeños, que ya aguardan el día de las atracciones. Las luces se han instalado allí, con las mismas formas abstractas y apenas unas estrellas, en las luminarias laterales, de forma que hacen de marco para todo lo que allí espera. A las siete y media inauguró Centro Córdoba, la agrupación de comerciantes, el llamado Árbol de Navidad de Córdoba, centro de un grupo de actuaciones que incluyen un tren eléctrico y muchos lugares donde disfrutarán los niños.

Por Ronda de los Tejares, en la gran pantalla que la fachada de El Corte Inglés es en estos días, la luz era como un eclipse a la inversa o un sol de medianoche, y a pocos metros, en el Palacio de la Merced, también la Diputación Provincial abría su belén. En pocos días comenzará la ruta por todos los que habrá en iglesias, casas de hermandad, colegios y sedes vecinales.

Como si los días hubiesen pasado delante de los ojos en un segundo, toda la Navidad quedó resumida en unos pocos días, lo que se vio y lo que vendrá. Al terminar el bulevar del Gran Capitán, la avenida quedaba a la vista, con agujas que colgaban entre los árboles, y que vistas desde lejos parecían infinitas. Justo cuando el ojo se haya acostumbrado a su presencia, desaparecerán y darán paso a un tiempo nuevo con una luz también nueva.

Luz de los días más especiales

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación