CARTASAL DIRECTORLa plaza de San Agustín
He leído dos o tres veces el artículo que aparece en el ABC del 7 de noviembre y la verdad es que no logro entenderlo. Se dice que la renovación de la plaza de San Agustín quedará en pendiente y por otro lado que tendrá escalones para su acceso ¿Es que va a tener dos inconvenientes, cuesta y escaleras? ¿No valdría más unos pocos de más escalones y que estuviera derecha? Qué se van a quitar las palmeras, ¡qué dolor! ¡Si esa es su fisonomía! Por favor, no hagan una plaza que no sea plaza, como ha ocurrido en la de Juan Bernier; quitaron las pérgolas tan preciosas, quitaron el mosaico del centro, tan bonito, quitaron naranjos, quitaron magnolios y han logrado un popurrí de lo más antiestético que pueda existir, varios árboles destruidos, varios setos distintos, varios espacios distintos sin orden ni concierto, ¡qué fea!
Con el gran espacio que tiene y tantas posibilidades. Entiendan de una vez los que tienen que ver en esto que estamos en Andalucía y que el césped y los espacios muy abiertos no son para esta tierra, que requiere preciosas arboledas y arbustos. Todavía recuerdo los de la Plaza de Colón, los mundillos florecidos, las celindas también en flor, jazmines, dama de noche, madreselvas, arrayanes y otros que no sé de su nombre; cosas perennes que no tengan que estar la mitad del tiempo los arriates vacíos como tantas veces los vemos.
Hagamos otras placitas en algunos sitios que lo están pidiendo, si se tiene tanto tiempo. Lo último, la plaza Emilio Luque. ¿Por qué se quitó el hierro artístico que bordeaba los arriates y los bancos tan cómodos para poner cada uno de su padre y de su madre, tan incómodos que no puede recostarla espalda en ellos? Y otra vez lo mismo, césped y quitar arbustos. ¡Qué pena de trompetero que me deleitaba dos veces al año con sus flores y su aroma! En suma, querer, querer a Córdoba y sus cosas, no le quitéis su personalidad. Amadla, amadla de verdad.
