El presidente desvía la atención de la crisis deportiva

González dice tener «la mejor plantilla del fútbol español», aunque admite que él también habría pitado; pide que la prensa rectifique y no admite errores

El presidente desvía la atención de la crisis deportiva AARÓN

JAVIER GÓMEZ

si intentaba desviar la atención de la realidad, en parte lo consiguió. Si buscaba analizar la situación del equipo, lo hizo desde un punto de vista notablemente subjetivo. Si buscaba algo de unidad, posiblemente logró el efecto contrario. La enésima huida hacia delante de Carlos González, presidente del Córdoba CF, aprovechando el acto de presentación de la maqueta y el proyecto de la Ciudad Deportiva, no admitió ningún error ni responsabilidad (siquiera indirecta) en la delicada situación clasificatoria del equipo ni aportó soluciones a la crisis deportiva a partir de enero.

El dirigente canario, acompañado por el alcalde José Antonio Nieto y el subdelegado del gobierno Primo Jurado, desvió la atención de una crisis deportiva sin precedentes (15 partidos oficiales sin ganar), ya que el equipo es colista con sólo 7 puntos, no ha ganado en las 13 primeras jornadas de Liga, cada vez se aleja más de los puestos de permanencia en la categoría y la afición comienza a manifestarse contra la gestión del presidente.

El máximo rector de la entidad cordobesista, en defensa de sus jugadores, aseguró que «tenemos la mejor plantilla del fútbol español», a pesar de que es última en la máxima categoría, a 26 y 24 puntos del Real Madrid y FC Barcelona, respectivamente. El presidente toreó la crisis de resultados mirando al pasado y sin afrontar el presente ni el futuro. «Siempre he dicho que las notas en junio, cuando lleguemos a ver qué sucede», aunque está convencido de que «en junio brindaré porque seguimos en Primera».

El canario incluso pidió tácitamente a los miembros de los medios de comunicación locales, regionales y nacionales que pidieran perdón y los acusó de «no informar verazmente». A su juicio, «todos ustedes decían el año pasado en marzo que estábamos en Segunda B y en junio estábamos en Primera, y no les he visto a ninguno de ustedes retractarse y pedir perdón a la plantilla, de la que se decía que era muy mala».

Su espiral de aferrarse al pasado antes que admitir los errores del presente y buscar soluciones para el futuro continuó cuando recordó que «la plantilla del año pasado era muy mala y estaba muy por debajo de los méritos de su entrenador (que era Pablo Villa), eso decían ustedes (en referencia a los medios), su entrenador se fue y ellos se quedaron y ascendieron».

Más comprensivo se mostró con la afición. La mitad se marchó sin esperar el final del partido ante el Villarreal, pero la otra mitad aguantó hasta el final y recriminó a González su gestión en el club. «Que me pite la afición es normal, me lleva pitando tres años», aseveró. González entiende que «no estén contentos con el equipo, pues yo tampoco, pero los jugadores tampoco y el técnico tampoco, con los resultados que estamos teniendo». Por eso, «entiendo que la afición esté enfadada y he sido aficionado antes que presidente», así que «yo a lo mejor también me hubiera unido a los cánticos», concluyó. Unos gritos que le calificaron de «pesetero», le pidieron «González vete ya» y la «dimisión» del Consejo de Administración.

Las polémicas palabras del presidente dejaron en un segundo y casi tercer plano el acto por el que compareció ante los medios de comunicación, la presentación de la maqueta y del proyecto de la Ciudad Deportiva. Sin embargo, hasta en el nombre de la misma, González le cuesta no generar un incendio. Hace un año y medio, anunció que las instalaciones deportivas que entonces se proyectaban en la autovía a Málaga llevarían el nombre de Juanín. Ayer confirmó que, ahora mismo, no está previsto que lleve el nombre del mejor jugador de la historia del club.

En la presentación, la instalación aparecía con el nombre de «Ciudad Deportiva Fundación Córdoba CF», institución que recibirá el uso público donde se realizará la obra y que preside la mujer del presidente de la entidad blanquiverde. González justificó este cambio de opinión en que «tenemos un conflicto con la Escuela de Juanín y Diego y si no lo solucionamos, no se lo pondremos», sentenció. El problema es que la escuela ha denunciado al club por el impago en especie de los derechos de formación de Fede Vico en los tribunales. De hecho, desafió a que «debería ser el hijo de Juanín» el que tuviese en cuenta la memoria de su padre «y no habernos llevado al juzgado».

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