La UE activa la alarma por una plaga que arrasa con los olivares
La patronal Asaja pide el cierre de fronteras para evitar la llegada a España de la bacteria xylella fastidiosa
Algunos la han bautizado como «el ébola» del olivo. Lo cierto es que la xylella fastidiosa seca plantaciones de olivar en Italia, donde el problema está haciendo perder al sector millones de euros. La Organización Europea de Protección de Plantas (EPPO) ya ha decretado la alarma sanitaria, ya que los problemas del campo italiano son una seria amenaza para todos los países de la Unión Europea, en especial para los del sur, como es el caso de España. «Toda la importancia del tema responde a la evidencia de devastación de varios miles de hectáreas de olivar en el sur de Italia (Apulia). Su efecto es palpable y mereció la intervención inmediata de la Unión Europea para poner en marcha directivas de obligado cumplimiento en todos los estados miembros. No se ha detectado en España, pero la alarma ha saltado para poner en marcha todos los recursos legislativos que impidan que ésta pueda llegar», explicó el profesor de Patología Vegetal de la Universidad de Córdoba (UCO), Rafael M. Jiménez Díaz, quien añade que se necesita una «acción inmediata».
«Hay que impedir que llegue a España material que no esté garantizado que está libre de este organismo. En España existen todas esas plantas cultivadas que pueden ser susceptibles de esta bacteria, así como los insectos que la trasmiten», añadió el experto. «El problema es la forma en la que la enfermedad se extiende, ya que es mediante insectos. Los vectores adquieren la bacteria durante su alimentación, vuelan y la trasmiten a otros árboles y a otras plantas. Ha devastado vid en California, café y cítricos en Brasil y árboles de sombra y ornamentales en Estados Unidos. Es una amenaza de carácter global, pero en Europa, por el momento, se centra en el olivo», remarcó Blanca B. Landa, la investigadora del Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC, que ha vuelto recientemente de Apulia, la zona afectada en Europa.
Los expertos señalan que la bacteria puede afectar a varios cultivos y varios tipos de plantas, sobre todo las especies leñosas. Asaja ya ha pedido cierres de fronteras y que se extremen los controles sobre los pasaportes fitosanitarios. Asaja Córdoba elevó una pregunta al Parlamento europeo para saber qué medidas se debían tomar para que la xylella no llegue a Córdoba y para saber cómo combatirla. «Cuando se importa vid viene con su pasaporte que debe garantizar que está libre de xylella fastidiosa, pero cuando se importan plantas de café o adelfas los controles no son tan estrictos. En este tipo de plantas se cree que ha podido llegar a Italia, ya que en la zona afectada hay una gran presencia de jardines y viveros», aseguró Blanca Landa.
Esta bacteria, que crece en los haces vasculares de la planta, donde transita el agua desde las raíces hasta la parte aérea, ha demostrado su capacidad de devastar y matar, incluso árboles centenarios. El problema es complejo, ya que la bacteria ataca a otras plantas, puede estar enmascarada sin mostrar síntomas y pasar desapercibida. «Es adquirida por insectos que se nutren de una planta distinta al olivo y la pueden transmitir a otros cultivos, por lo que es complicado un control eficaz», aseguró Jiménez Díaz.
«En el caso de Italia se ha demostrado que la bacteria ya ha infectado almendros y cerezos», remarcó Landa, quien añade que se ha detectado en adelfas, retamas, mimosas o mirto. «Plantas que se usan de una forma común en casa, ciudades o jardines y que son características del paisaje mediterráneo», añadió Landa.
Los expertos y Asaja denuncian la dificultad para combatir los vectores transmisores. «En Italia están determinando la disponibilidad de productos. Están investigando para ver cuáles podrían ser más efectivos y selectivos. Se intentan mover directivas a nivel regional y nacional para autorizar el uso de esos productos con carácter de urgencia y obligatorio. La única forma de frenar el problema es combatir al insecto y disminuir sus poblaciones antes de que sea capaz de adquirir la bacteria y trasmitirla a zonas libres de ella», aseguró Landa.
«Es un tema que deberán estudiar las autoridades en su momento. Ahora nos encontramos con una ruta de intervenciones en la cual hay una legislación que fija qué productos son utilizados para qué fines. Debe haber una armonía entre la oportunidad de proteger los ámbitos de producción y los ambientes naturales, pero tendrá que haber cohesión para proteger elementos críticos para la economía como el olivar», sentenció Jiménez Díaz.