José Antonio Dorado RamírezDefensa del Villarreal
«Me hubiese gustado poder vestir de blanquiverde»
A sus 32 años, José Antonio «Chechu» Dorado (Córdoba, 1982) lleva media vida lejos de su ciudad. Hizo las maletas «con los 16 recién cumplidos» para impulsar en la cantera del Zaragoza una carrera deportiva que nunca le devolvió a casa. Sólo ha pisado El Arcángel como visitante. Esta noche, con la camiseta del Villarreal.
—¿Afronta el partido más especial de la temporada?
—Siempre ha sido especial enfrentarme con el Córdoba, y más este año, que por fin podemos verlo en Primera.
—Además, últimamente ha empezado a entrar en los planes de Marcelino. ¿Se ve con opciones de jugar?
—Puede ser que sí, aunque uno siempre quiere jugar más y aspira a tener más minutos. Pero, bueno, la competencia es dura. Los compañeros lo están haciendo bien.
—¿Qué ha significado para usted visitar El Arcángel con la camiseta del Huesca, del Betis o del Villarreal?
—Pues han sido partidos muy bonitos y ha habido resultados de todo tipo. He perdido con el Huesca, empatado con el Betis y ganado con el Villarreal. Siempre son partidos especiales y muy complicados. El Córdoba en su estadio es un equipo difícil.
—Ha logrado ascensos, ha jugado en Primera y en Europa. ¿Le falta a su carrera al menos una temporada en el Córdoba?
—Bueno, es una pequeña espinita que tengo ahí clavada... Pero eso ya está cada vez más complicado. Aunque quién sabe... Nunca se puede decir «nunca jamás». Sí que es cierto que me hubiese gustado poder vestir de blanquiverde. Nunca se ha concretado nada; se ha quedado todo en rumores. Pero la verdad es que tampoco me puedo quejar porque me ha ido bien en el plano profesional.
—¿Suele venir a la ciudad?
—Cuando estaba en Sevilla, mucho más. Ahora, estando un poco más retirado y teniendo dos niños, es mucho más complicado viajar con ellos. Intentamos aprovechar los puentes y las vacaciones. Al cabo del año, bajaré tres o cuatro veces. Son pocas. Me gustaría que fuesen más, pero las circunstancias son las que son y no nos permiten bajar más.
—¿Con qué equipo irá su familia el domingo?
—Tienen el corazón un poco partido, pero la sangre tira bastante. El domingo irán de amarillo, pero los demás días van siempre con el Córdoba, como todos, que deseamos que al final de esta temporada consigan el objetivo de la salvación. Es difícil, pero por afición, por ciudad, por estadio y por todo, se merecerían seguir en Primera.
—¿Cómo ve el partido?
—Lo hemos preparado pensando que el Córdoba estará necesitado de conseguir esa primera victoria. Será un partido competido, bonito. Nosotros también tenemos que ganar para meternos arriba. Este año intentaremos, al menos, repetir lo del año pasado, que fue un logro importante para un equipo recién ascendido. Fue increíble lograr plaza en Europa.
—¿Sigue al Córdoba?
—Sí que lo veo cuando puedo. Es una pena que se le haya escapado ya un par de veces la ansiada primera victoria.
—¿Qué le parece el equipo?
—Quizá haya merecido más puntos, pero es normal; están tomándole el pulso a la categoría. No hay que olvidar que es un recién ascendido. Y si ya la Segunda División es difícil, la primera es complicadísima. Todas las plantillas tienen grandes jugadores.
—¿Qué le falta para ganar?
—Bueno, quizá una pizca de fortuna. Han cambiado de entrenador y no están jugando mal. Yo creo que todavía están a tiempo de revertir la situación. Esperemos que encuentren esa suerte a partir de la próxima jornada. (Risas) ¡No en ésta; hay muchos partidos!
