El estado de no dependencia

El cofundador de SocialBro, un sistema de gestión de Twitter, tiene por clientes a Coca-Cola o Visa y ve la clave del éxito en «un cambio de mentalidad»

Burón es un hombre de su tiempo: «Yo siempre doy las gracias por haber nacido en esta época, porque pasará a los libros de Historia como el comienzo de internet y porque esto es solo el principio y lo que viene ahora es lo realmente gigante y estamos aquí para transformarlo, ser parte de él». Si él lo dice hay que creerle a pies juntillas, porque Burón no es cualquiera en esto de las nuevas tecnologías. No en vano es uno de los tres fundadores de la aplicación SocialBro, que se dedica a conocer el perfil de los seguidores que cada uno posee en la red social Twitter. Sus dos socios iniciales son el también español Luis Pablo Pardo y el cubano Alfredo Artiles.

«SocialBro es una plataforma de analítica y gestión de Twitter que permite a marcas y personas que la usan profesionalmente conocer a fondo sus contactos, creando comunidades de calidad y relaciones sólidas con su audiencia», indica Burón.

SocialBro ha logrado un rápido crecimiento, de forma que tiene en la actualidad alrededor de 260.000 usuarios en unos 70 países y más de 3.500 clientes, de los cuales muchos son usuarios profesionales de Twitter, empresas e instituciones. Pero no cualquier empresa ni cualquier institución. Ahí van algunas de las firmas que gestiona SocialBro: Coca-Cola, Visa, la Selección Española de Fútbol, Nascar, la CBS, T-Mobile y Publicis.

«Recientemente nos han incorporado al prestigioso Twitter Certified Program (Programa de Certificación de Twitter), que reconoce los productos que ayudan a las empresas a rentabilizar su presencia en esta red social», señala Burón, que añade que la empresa forma parte de la élite de productos que integran el programa, treinta y siete en todo el mundo, junto con Adobe y Nielsen entre otros.

¿Y qué piensa un joven de apenas treinta años y cuyo mundo no entiende de fronteras ni de localismos de una ciudad como Córdoba, en la que nació? «Yo no puedo ser objetivo, porque he estado viviendo fuera de la ciudad los dos últimos años y medio y es cierto que, por lo que me cuentan, la diferencia es abismal con la oferta que había en Cordoba cuando vivía allí», explica Burón, cuya memoria de juventud de la ciudad está ligada en gran parte a su pasado como músico, ya que tocó como guitarrista en un grupo local.

«Yo soy un enamorado de Cordoba y creo que tiene miles de virtudes, desde su posición en el mapa, comunicación, hasta su estructura interna. Odio generalizar y no creo que los cordobeses seamos de una u otra manera o tengamos una mentalidad en particular. Y además no los conozco a todos. De los que sí conozco diré que son humildes, leales, familiares, trabajadores, idealistas. Son adjetivos que definen a muchos de ellos», suscribe este emprendedor.

¿Y qué echa de menos el ideador de SocialBro en Córdoba? «Obviamente con la situación actual se echan muchas cosas de menos desde el punto de vista profesional y seguramente no sea yo la mejor persona para enumerarlas, sin embargo, desde mi humilde punto de vista y aunque suena a cliché y se ha repetido hasta la infinidad, para mejorar esta situación el cambio reside en entender que ya no vivimos en Córdoba, sino que vivimos en un sitio que esta conectado globalmente y donde las distancias no existen para lo bueno y para lo malo, según se mire».

La premisa de la que parte Javier Burón es que el mundo de la tecnología hace ancho al real. Que las redes sociales hacen grandes a los sitios pequeños. «La importancia reside en cómo actúas en función de esos cambios a los que nos vemos sometidos y cuáles son los pasos que tomas en tu vida, y por desgracia estos pasos cada vez se deben de tomar a edades más tempranas, por lo que todas las generaciones tenemos que estar muy en alerta», defiende.

Un mensaje de gratitud

Internet y todos los factores que tiene asociados llevan directamente a un concepto apasionante: «El estado de no dependencia». Se trata, en suma, «de un cambio de mentalidad que representa en su forma más simple la posibilidad de que en su desarrollo como persona cualquiera puede llegar a un estado de no dependencia: es decir, no dependo de una empresa porque hay muchas otras que me querrían».

«Una vez llegado a ese estado —continúa Burón— un gran porcentaje de personas querrá expresar gratitud a la ciudad que le vio crecer y que le hizo llegar a ese estado completitud, ya sea volviendo a ella, invirtiendo en ella y generando riqueza de alguna u otra manera, o simplemente transmitiendo el mismo mensaje de que puedes mejorar el mundo a la próxima generación». A la próxima generación de cordobeses...

Burón reside en Londres, sede de ventas de la empresa que alumbró

El estado de no dependencia

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