Carros de compra solidarios

Carros de compra solidarios MIGUEL ÁNGEL

POR P. GARCÍA-BAQUERO

El Banco de Alimentos recoge ayuda en 150 supermercados de la provincia a través de una red con 2.000 voluntarios que pretende alcanzar los 300.000 kilos este fin de semana

«Una caja de galletas, unos garbanzos y leche no me sacan de nada y pueden ayudar mucho a una casa que lo necesite». De esta forma, Conchi Jurado depositaba a primera hora de la mañana en uno de los carros del Banco de Alimentos en el Carrefour-La Sierra su bolsa de ayuda. En este centro comercial, junto a otros 149 repartidos por toda la provincia, se lleva a cabo desde ayer la Gran Campaña de Recogida de Alimentos en la que se esperan superar los 300.000 kilos para ayudar a más de 47.000 familias necesitadas.

La jornada comenzaba en torno a las 9 de la mañana con la apertura de los centros comerciales donde los voluntarios perfectamente organizados tomaban posiciones. Una veintena de alumnos de 4º curso de la ESO del colegio Almanzor, repartidos por turnos, ataviados con petos impresos de la gran campaña de recogida de alimentos, informaban a todo aquel que se acercaba a la entrada del supermercado. Además, hacían entrega de una bolsa donde podrían depositar todos aquellos productos que quisieran donar al Banco de Alimentos.

Eran pocos los que decían que no. Entre estos voluntarios, Pilar, Gema, Aitana, Ainoha, María, Marina y Lola habían logrado donativos para llenar tres carros en tan solo media hora. La sorpresa llegaba con algunos de los vecinos de la zona que aseguraron —cuando una de estas chicas le pidió colaboración— que ellos mismos son usuario de Cáritas y necesitababa ir al economato para poder comer».

La mayor parte de los clientes cogía su bolsa para incorporarla a su lista de la compra. La colaboración fue extraordinaria en este centro comercial, donde algunas personas mayores incorporaban lo que podían al cajón del Banco de Alimentos, alegando que pese a tener a sus propios hijos parados, sabían que con un poco también se puede ayudar.

Solidaridad a raudales

Junto a los carros del Banco de Alimentos, un señor se acercaba a ellos, y al enterarse del proyecto, decidía entregar a los voluntarios 50 euros para que comprasen lo más necesario. Junto a él, la familia Hidalgo era un ejemplo de solidaridad que entregaba en dos bolsas macarrones, fideos, garbanzos, alubias y lentejas.

Otra de las voluntarias, contaba que las mujeres embarazadas son las que más alimentos infantiles y de higiene personal (pañales o geles) donan al Banco de Alimentos, muy necesarios ya que estos no llegan por las donaciones establecidas dede la UE y desde el Ministerio de Agricultura.

Por último, en otra de las vías de acceso al supermercado, otro de los voluntarios, Juan González-Ripoll, se adelantaba hasta las escaleras mecánicas para saludar amablemente a los usuarios y pedirles ayuda. «Esto se ha convertido en una batalla por llenar antes los carros del Banco de Alimentos», afirmaba, mientras una vez más, se constataba la solidaridad de los cordobeses en esta campaña previa a la Navidad.

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