«La única Iglesia que ilumina es la que arde»
Así tal cual se lee, está ocurriendo en España, y más concretamente en Madrid. Es el título de una serie de obras que se exponen en el Museo Reina Sofía y que claramente atentan contra la libertad religiosa además de incitar al odio. Como publicidad ofrecen una caja de cerillas con aquella inscripción, una iglesia en llamas y la palabra «contribuya». Se han recogido firmas contra la misma, miles, y el director del museo, Manuel Borja-Villel, se ha negado a retirarla alegando libertad de expresión y ser una obra literaria; «literatura» que no es otra que unos textos en defensa del «derecho» del aborto y que el director del museo considera «obra de arte».
La asociación de Abogados cristianos ha pedido que se retire la exposición y ante la negativa del señor Borja-Villel se ha presentado una querella. Además, el museo se costea con unas subvenciones del Estado que rondan los treinta y tres millones de euros, dinero nuestro que está costeando los ataques a la libertad religiosa, las creencias y la fe de millones de españoles. Se está consintiendo que colectivos y otras religiones se implanten en nuestro territorio violando y arrinconando nuestra religión católica, y lo que es peor, exposición que está siendo visitada por niños con sus maestros. Qué va a pasar con nuestros valores y principios de siempre.
También en Barcelona se hace dejación de nuestras tradiciones, está ocurriendo con la plaza de toros, en tratos con el mundo islámico para que el coso taurino se convierta en la tercera mezquita más grande del mundo; para echarse a temblar.
¿Qué es de nuestra historia y de nuestros antepasados? ¿Es que no pesa nada el ochenta por ciento de españoles que se declara católico? ¿Cómo es que se consiente que una serie de personas y políticos atenten, además con nuestro dinero, contra nuestra religión, nuestras creencias y nuestra fe? ¡Hasta dónde vamos a llegar!
Personajes cobardes, como el director del museo, que sólo se atreven contra la Iglesia Católica. Seguro que no autorizarían una exposición contra el mundo feminista, el homosexual o más concretamente contra la religión islámica, están seguros que las represalias podrían ser duras y hasta de amenazas de muerte. Así son estos «valientes», sólo se atreven contra la Iglesia que no los amenaza.
