La españa achorizada
Casos y más casos, y venga casos de corrupción. Esto no hay quien lo pare, y todo por culpa del maldito, traicionero y ruin dinero, la mayor arma de destrucción masiva que el hombre ha inventado.
El arma que lo corroe todo y todo lo destruye; el arma que mata, separa, provoca, desprecia y deshonra; arma letal del desamor, de la guerra, de la intriga, de la manipulación y el engaño; el arma del deshonor, del vicio, de la destrucción familiar; el arma de las drogas con sus consecuencias fatales; el arma de las mafias, de los corruptos, de los pillos, gachones y monipodios; el arma de los despilfarros, chanchullos y tejemanejes de los políticos dedicados al voto cautivo. Y, como no, la mejor arma que el político ha inventado para sacar provecho económico destinado a su partido o para su provecho personal. Armas muy antiguas que se institucionalizaron con la llamada cultura del pelotazo allá por los años 1976 con la UCD, y los años 1982 y sucesivos con el PSOE de la mayoría absoluta. «A España no la va a conocer ni la mare que la parió», dijo Alfonso Guerra. Y viendo lo que estamos viendo, ¡qué verdad más grande dijo!
¿Qué no se habrá robado desde entonces en todos esos miles de ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas y estados? Una chorizada tan grande que nunca sabremos la verdad. Y, para colmo de los colmos de los absurdos, el nuevo dirigente del PSOE, tapándose los ojos con lo que tiene encima —ERES y cursos de formación andaluces, sin disculpas y explicaciones—, ha dicho que no habrá PP-PSOE contra la corrupción.
Como el PP en el poder, con mayoría absoluta y con Rajoy de presidente, no den un puñetazo en la mesa diciendo hasta aquí hemos llegado, para las próximas elecciones generales, no sólo el PP, sino el PSOE, van a quedar peor que Cagancho en Almagro. Y cuando veamos los resultados llegará el llanto y crujir de dientes al ver que partidos populistas, populeros, oportunistas y gachones se comerán las mochilas de los logros conseguidos.
