Los acusados de abusos sexualesen Granada, libres con cargos
El padre Román, líder del clan los Romanones, elude la prisión tras pagar una fianza de 10.000 euros
El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Granada, Antonio Moreno, dictó a última hora de ayer los autos procesales para los cuatro detenidos el pasado lunes tras ser denunciados por presuntos abusos sexuales contra al menos dos menores. El magistrado decretó prisión eludible con fianza de 10.000 euros para el sacerdote Román Martínez, líder del supuesto grupo de «los Romanones», mientras que puso en libertad con cargos a los otros dos presbíteros así como al profesor de Religión que había sido acusado de encubrir los supuestos abusos. Los denunciados deberán presentarse a declarar en el juzgado cada 15 días y se les ha retirado el pasaporte.
Durante toda la mañana y parte de la tarde los cuatro implicados estuvieron declarando sucesivamente y por separado en el citado juzgado. El interrogatorio se produjo en medio de una gran expectación de los medios de comunicación que ocupaban los aledaños del complejo administrativo de La Caleta de la capital granadina. El primero de los detenidos llegaba pasadas las 8.30 de la mañana en un coche camuflado seguido de un furgón policial y el último en declarar ante el juez fue el padre Román Martínez, que concluyó su comparecencia pasadas las seis de la tarde. Según fuentes judiciales todos se mostraron «tranquilos» a la hora de responder al magistrado sobre los hechos de los que les acusan, de momento, dos presuntas víctimas. Las mismas fuentes indicaron que la fianza impuesta al padre Román habría sido pagada por lo que no entrará en prisión.
Al final de las comparecencias la Fiscalía y los abogados del turno de oficio que representan a los detenidos –todavía no se ha personado el letrado marbellí Javier Muriel que ejercerá sus respectivas defensas– se pronunciaron respecto a los presuntos hechos relatados en la sede judicial. El Ministerio Público pidió medidas cautelares para los detenidos como una indemnización para las víctimas de los supuestos abusos así como implantar el alejamiento de los tres sacerdotes y el profesor detenidos respecto de los denunciantes.
En el momento de hacerse públicos los autos decretados por el magistrado instructor del caso se sumaba ya un arresto de casi 60 horas –el máximo legal es de 72– desde que el pasado lunes eran detenidos los cuatro implicados en dos denuncias, la última presentada el mismo día de su arresto. En principio, el testimonio aportado por la segunda persona denunciante tendría menor base documental que el de la primera, formulada por un joven que llegó a trasladar al Papa Francisco el relato de los hechos supuestamente sufridos cuando era monaguillo del sacerdote Román Martínez.
Pruebas en ordenadores
Además de la declaración de varios testigos que pudieron tener relación con las víctimas de los abusos denunciados, la Policía ha investigado los ordenadores y los teléfonos incautados a los detenidos en busca de pruebas que den soporte a las diligencias penales incoadas por el juez.
También con este fin se registró el pasado lunes, en presencia de los propios arrestados, la vivienda en la que se habrían producido supuestamente los abusos a menores, un chalet de la localidad granadina de Pinos Genil. Sin embargo, hasta el momento y según fuentes policiales, no se habrían encontrado pruebas para sostener las denuncias presentadas contra los presuntos implicados en los abusos.
Pintadas con insultos
El clima de tensión que se vive en el entorno de los detenidos seguía siendo intensa en la jornada de ayer. De hecho, en la fachada de la parroquia granadina de San Juan María Vianney en la que dos de los denunciados eran presbíteros –el padre Román y Francisco José Campos– aparecieron este miércoles pintadas de gran tamaño en color rojo con insultos a los detenidos tales como «pedófilos» y «sucios pederastas».
Antes del mediodía las inscripciones habían sido borradas por agentes de la Policía tras la denuncia de este acto vandálico en el templo.
