Los sacerdotes detenidos por abusos pasan su primera noche en el calabozo
La Policía registra el chalé de Granada en el que se habrían cometido. También hay un profesor arrestado
Tres sacerdotes y un seglar eran detenidos ayer a primera hora de la mañana en varios inmuebles de la provincia de Granada como presuntos autores de abusos sexuales sufridos por un joven de 24 años cuando era menor. A los tres sacerdotes señalados por el denunciante se sumaba un cuarto, Sergio Q. M., profesor de religión y actualmente enfrascado en una investigación relacionada con la rama de Ciencias en la Universidad de Granada.
Las detenciones, practicadas en distintas localidaes de la provincia de Granada donde se encontraban residiendo desde que saltó este escándalo, fueron ordenadas por el titular del Juzgado de Instrucción nº4 de Granada, Antonio Moreno. Poco antes de las doce del mediodía, los cuatro arrestados, llegaron a las dependencias de la Jefatura de Policía de Andalucía Oriental, con sede en Granada, para prestar declaración.
Pasadas las 17,15 horas, seis vehículos camuflados de la Policía Nacional salían con los cuatro detenidos, cada uno montado en un coche diferente, tapados y tumbados en los asientos traseros para no ser reconocidos por los medios gráficos, en dirección al municipio de Pinos Genil, donde este clan de sacerdotes disponía de una casa amplia en la que el denunciante narra que presuntamente se cometieron distintos episodios de abusos sexuales, los más duros.
Incomunicados
La Policía Nacional, junto al fedatario judicial y los cuatro arrestados, estuvieron en el interior de esta vivienda hasta las 18.40 horas. La Policía Científica se llevó algunos enseres en una caja de cartón. Los detenidos fueron conducidos de nuevo a dependencias policiales donde anoche iban a dormir en una colchoneta arropados con una manta de color gris que les entregaron antes de ingresar en sus celdas, tal como lo hacen el resto de detenidos. El titular del juzgado ha ordenado que los cuatro arrestados estén incomunicados mientras no pasan a disposición judicial.
Con estas detenciones, la Policía Judicial ha culminado la primera fase de la investigación, en la que se ha llevado a cabo «una labor pormenorizada» en la que se ha tomado declaración a entre «diez y doce personas», según el subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez. Sobre la posibilidad de nuevos arrestos, aseguró que «cabe la posibilidad de que no haya más».
Pérez señaló que hasta el momento no constan más denuncias. No obstante, sí consta que «algunos testigos o posibles víctimas» habrían contactado con la autoridad eclesiástica para informar de hechos similares que no se han trasladado «al ámbito policial o judicial». El subdelegado insistió en que «el interés máximo» ahora es «reunir las pruebas necesarias», de forma que haya «un encausamiento».
El ministro del Interior, Jorge Fernández, que confirmaba durante la mañana los arrestos, aseguró que este tipo de comportamientos «a todos nos conmueven y nos producen un daño muy grande». Además, el ministro reconoció que «la Iglesia está poniendo de su parte todo lo posible» para erradicar «de su seno» este tipo de conductas delictivas contra los menores. «Ojalá consigamos que se erradiquen de toda la sociedad», añadió.
Pese a que la causa continúa bajo secreto de sumario, trascendió que las identidades de tres de los detenidos se corresponde con las de los sacerdotes suspendidos «a divinis» por el propio arzobispo de Granada, monseñor Martínez Fernández, y que ABC reveló el pasado sábado. Se trata del que ha sido párroco de la iglesia de San Juan María Vianney de la capital granadina, Román Martínez Velázquez de Castro, del adjunto a ese templo y juez del Tribunal Eclesiástico del Arzobispado de Granada, Francisco José Campos Martín, y del párroco del municipio de Órgiva, Manuel Morales Morales. No trascendió la identidad del cuarto detenido, un laico que es profesor de un colegio de la capital muy apegado a los tres presbíteros y que, presuntamente, habría encubierto los supuestos abusos cometidos por éstos.
El abogado de los cuatro detenidos denunció que sus representados estén incomunicados y considera que está medida es «desproporcionada», a pesar de que tenga respaldo legal en el artículo 527 del Código Penal, que modifica el derecho de defensa con algunas excepciones. Al representante legal le resulta «llamativo» que el instructor haya adoptado la medida de incomunicación cuando es un asunto que está siendo investigado desde hace semanas y después de que el propio arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, citara en octubre a los implicados para tratar el asunto.
Arzobispado: «Tolerancia cero»
Por su parte, el Arzobispado de Granada reiteró su colaboración con la Justicia y su ayuda a las víctimas, y recordó que mantiene su posición de «tolerancia cero» con estas prácticas. No obstante, la diócesis eludió valorar de momento las detenciones y se remitió al comunicado difundido el pasado lunes, cuando se conocieron públicamente los presuntos abusos sexuales.
Las detenciones se produjeron al día siguiente de que el arzobispo se postrara ante el altar mayor de la Catedral para pedir perdón por los «escándalos» que han afectado a la Iglesia y asegurara durante su homilía que hay que «erradicar» el mal de forma decidida si afecta a inocentes.
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, reclamó por su parte «ejemplaridad», que «se sea transparente y se colabore» con la justicia.