«Era una parroquia modelo que trataba bien a los niños»

La moderna parroquia San Juan María Vianney, en la zona más nueva del popular barrio del Zaidín de Granada y enclavada junto a un gran centro comercial, estaba cerrada a cal y canto ayer por la tarde, pero las cámaras de televisión y los vecinos no cesaban de arremolinarse alrededor de un edificio cuyo párroco, «Don Román», durmió anoche en comisaría junto a otros dos religiosos, detenidos por un presunto delito de abusos sexuales.

Los residentes de la barriada estaban sorprendidos. Román solía ir acompañado de hombres jóvenes y el trasiego de personas en la casa aledaña al templo era continuo, pero nadie pensaba en ello como algo anormal. Todos de una manera u otra conocían al sacerdote, quien fue apartado «misteriosamente» de su iglesia hace un mes y medio aproximadamente. «Vine a misa el 9 de octubre y la dio él. El domingo siguiente, ya no estaba», narraba una señora, quien, como la mayoría, no podía imaginar el desenlace de su peculiar guía espiritual. El cabeza de «los Romanones», era un sacerdote «muy bueno», según otra feligresa. Como muestra de su labor, los parroquianos indican que daba acogida a familias sin recursos en la casa parroquial. Al parecer, en estas instalaciones habría vivido un tiempo el joven que denunció los abusos.

«Es un templo referente para muchas cosas», explica a ABC un sacerdote que prefiere mantener el anonimato. No solo por la modernidad de los medios con los que cuenta, sino por ser la única parroquia de la diócesis con espacio reservado a los niños para que sigan la misa «de un modo más cómodo». Este acercamiento para que los más pequeños aprendieran mejor su fe contrasta muy duramente con las noticias aparecidas estos días en torno a los presuntos abusos sexuales a un menor.

Sobre otro de los detenidos, Francisco Campos, ex párroco de Órgiva y agregado a San Juan María Vianney, tampoco dudan en calificarlo como «buen párroco». Como tal fue despedido en 2008 por sus feligreses de Órgiva. «Y ahora nos lo encontramos metido en esto», comenta una asidua a la parroquia.