CARTASAL DIRECTOR¡Podemos ya tiene su caso de corrupción!

Como se suele decir, «a la primera, en la frente». Con apenas 15 días constituido formalmente como partido político y nombrada su ejecutiva, Podemos ya cuenta con un caso de corrupción o al menos de dudosa legalidad. ¡Y el caso afecta nada menos que a su número 2, Iñigo Errejón! Iñigo tiene un contrato con la Universidad de Málaga para desarrollar un proyecto sobre «políticas de vivienda», que le obliga a trabajar en un determinado departamento 40 horas a la semana, de 8 a 16 horas de lunes a viernes. A cambio de su trabajo, percibe la nada despreciable cantidad de 1.825 euros mensuales. ¡Pero hete aquí que Iñigo solo ha ido por la universidad malagueña en dos ocasiones desde marzo! ¡Vamos, que Iñigo, «Cara de Niño», Errejón, apenas se ha parado en Málaga lo justo para tomarse unos espetos!

Da igual que se diga que Iñigo entregaba su trabajo desde Madrid (entrega que no se ha probado hasta la fecha) o que estaba autorizado —según se dice, verbalmente— para saltarse su horario de trabajo presencial. El caso es que se ha aprovechado de un privilegio en función de su cargo en un partido político, y ahí es donde radica la esencia de la corrupción. Era obvio que Errejón no podía compatibilizar su trabajo en la universidad con su actividad en Podemos, pero para eso estaba la ayuda de quien lo contrató, también del mismo partido, librándolo de la obligación de currar en la forma y jornada pactadas en el contrato. Modificación contractual que exige un documento y no la mera autorización verbal, máxime al ser un contrato subvencionado con ayudas públicas.

Reírse cuando se les acusa de algo, como alecciona Pablo Iglesias a sus colaboradores, no es forma democrática de actuar. ¡Bueno, salvo que estos chicos entiendan la democracia como una burla!