La restauración de la Virgen de las Tristezas eliminará los xilófagos
Ana Infante reparará además las pequeñas rozaduras en la policromía
Y tras la marcha y regreso del Cristo, será el turno de la Virgen. Los hermanos de la cofradía del Remedio de Ánimas acaban de aprobar por unanimidad la restauración de su titular, Nuestra Señora Madre de Dios en sus Tristezas, que comenzará en breve y terminará poco antes de la Cuaresma, y que se hará de forma casi consecutiva a la del Señor.
La hermana mayor de la cofradía de San Lorenzo, Rosario Castelló, explicó que la hermandad había observado algunas rozaduras en la policromía del rostro de la imagen, como consecuencia de la labor de poner el rostrillo que siempre lleva. Por ello consultó a Ana Infante de la Torre, que entre junio y septiembre había restaurado al Cristo con un resultado muy satisfactorio para la hermandad.
Tras examinar a la imagen, la restauradora encontró, sobre todo en el candelero, huellas de la presencia de agentes xilófagos, es decir, de seres vivos que se alimentan de madera. «Nos dijo que todavía no eran muy grandes, pero había que actuar de inmediato para eliminarlo», explicó la hermana mayor, que relata cómo el diagnóstico fue tan concluyente como la necesidad de actuar para evitar que los insectos llegaran a dañar a la imagen de una forma más profunda. Los trabajos incluirán la eliminación de los xilófagos que ya existen y un tratamiento para evitar que vuelvan a aparecer.
De vuelta para su triduo
Ante esta situación se convocó a los hermanos y, una vez que han aprobado la intervención, comenzará en breve. Como apuntó Rosario Castelló, durará unos dos meses, de forma que la imagen estará en San Lorenzo cuando se celebre su triduo, a principios de Cuaresma. «Será una restauración más sencilla que la del Cristo», recordó la hermana mayor, ya que entonces había ensambles en mal estado.
La restauración reparará además las pequeñas rozaduras y limpiará la policromía de los efectos normales que padecen las imágenes que están expuestas al culto y del paso del tiempo. La Virgen, una imagen anónima del siglo XVII, se había restaurado en el año 1975 por Miguel Arjona, cuando la hermandad la adquirió en un anticuario para que fuera su titular.